Somos cursis. Primero tenemos que reconocer que la gran mayoría de nosotros somos así y a quienes dicen no serlo, tras lo ocurrido este fin de semana se les legitima y permite que desentierren ese lado romántico, el cual presumen no conocer.  

Nos referimos al lamentable fallecimiento del cantante español Camilo Blanes Cortés, mejor conocido como Camilo Sesto a los 72 años, noticia que se dio a conocer a través de un comunicado en sus cuentas oficiales, sin dar a conocer más detalles sobre la causa de su muerte. Hablamos de uno de los cantautores de balada pop más reconocidos en la industria con una carrera artística de 55 años y más de 40 producciones discográficas. Además, sus canciones lograron el éxito internacional, siendo uno de los músicos más reproducidos en la radio mexicana en las décadas de los setenta y ochenta. Como compositor, Sesto escribió canciones para artistas de la talla de José, Miguel Bosé, Lucía Méndez y Ángela Carrasco, entre muchos otros. 

Una voz de privilegio. Un repertorio de canciones contundentes, que marcaron una época y que hacen recordar numerosas historias de amor y de desencuentros. Son solo algunos aspectos que, a primera vista, resaltan en la trayectoria artística de Camilo Sesto la cual marca el fin de una era. 

Músico y compositor, empezó su carrera musical cuando apenas era un adolescente dentro del grupo “Los Dayson” donde interpretaba temas de The Beatles o Bee Gees, entre otros. Ya con 18 años se trasladó a Madrid para probar suerte y participó en un concurso de televisión local. Desde entonces, desarrolló una completa carrera musical y vendió millones de discos en España e Iberoamérica. 

A su favorable aspecto físico se enlazó a una voz fenomenal capaz de cantar baladas majestuosas, rock y pop con acento dramático y sugerente con una intensidad teatral en la interpretación. Además, sus canciones románticas, podrían hacer referencia tanto a amantes femeninos como a amores imposibles entre personas del mismo sexo. En ese sentido, Camilo fue lo más parecido a un David Bowie español -con permiso del “Duque Blanco”- debido a su coqueteo con la androginia en aquella época. En pocas palabras, era un rockstar encasillado en el pop y la balada.  

El artista español entonó varias de las canciones que no faltan en los playlist de los románticos obstinados. “Vivir así es morir de amor”, “Algo de mí”, “El amor de mi vida” o “Quieres ser mi amante”, resaltan entre sus más de 50 temas que llegaron al tope de popularidad de la música en español, inglés, italiana y en portugués. 

Aunque su fama la obtuvo con himnos de la música romántica, la tarea más arrojada de su trayectoria fue hacer la elogiada versión en español de Jesucristo Superestrella, la polémica obra de Andrew Lloyd Webber. Una tarea que incluyó desafiar a la censura en España, un país profundamente católico y que vivía los últimos días de la dictadura de Francisco Franco (1892-1975), pero que terminó permeando de forma profunda en la cultura popular hispanoamericana. 

En 1972, Camilo Sesto asistió a una representación de la obra en Londres y, desde ese momento, tuvo claro que quería hacer su propio montaje de la obra en España. Tres años más tarde, con el dictador todavía vivo, decidió arriesgar todo su patrimonio para estrenarla en el Alcalá Palace en Madrid.  

En 2008, el intérprete anunció su retiro de los escenarios con una gira de despedida que duró tres años. En 2016, para celebrar su cumpleaños número 70, Sesto lanzó el álbum recopilatorio Camilo 70, el cual contiene éxitos y temas inéditos del músico.

Su último proyecto fue Camilo Sinfónico, un LP que hace un recorrido por su trayectoria a lo largo de 56 minutos y que incluye algunas de sus canciones más exitosas interpretadas junto con una orquesta sinfónica. Este disco está disponible en dos ediciones, una estándar con 12 temas y otra deluxe. Esta última incluye un documental biográfico del cantautor español.