Ya hemos dicho que las mascotas se han convertido, prácticamente, en los nuevos hijos de la generación millennial. Sin embargo, no sólo para ellos esto es una verdad, sino para muchos amantes de los animales. Es decir, la mirada de tener un perro en casa para que vigile y se encargue de ahuyentar a “los malos”, es tan antigua, que ahora es casi impensable que nuestras mascotas duerman afuera de nuestro techo.
Es decir, frases típicas como “la señora de los gatos” y demás, no surgen nada más porque sí. Pues desde siempre ha existido esta afición hacia nuestros compañeros caninos o felinos. Y sí, es claro que existen notables e importantes diferencias entre los maullidos y los ladridos. Sin embargo, en una universalidad de conceptos, es importante aterrizar lo que significa hacernos de una mascota.
Porque bueno, mascotas hay distintas, perros, gatos, peces, hamsters y demás, pero, antes de todo, ¿te has preguntado si en verdad te alcanza para una mascota justo ahora?
Es decir, una mascota puede convertirse en una compañía inigualable, tanto que ahora hasta se compara con tener hijos. Por supuesto decimos esto desde una narrativa hiperbólica tuitera en la que nos desarrollamos, pero lo recalcamos de esta forma, sin afán de equiparar seriamente tener hijos a una mascota.
Más allá de las aclaraciones, es verdad que hacernos de una mascota se trata de un tema serio. Se trata de una vida, una vida que dependerá de nadie más que de nosotros. Desde ofrecerle un lugar seguro (de paso cómodo) para dormir, comida y una vida digna para el ser vivo que es, hasta garantizarle la atención médica necesaria.
En otras palabras, sí, sí es como tener un hijo en ciertos aspectos, sobre todo en el económico y el tiempo que invertiremos en ellos. Desde tener que educar a la mascota, pensando en un gato o perro, para que orine fuera de la casa, hasta tener que dedicarle tiempo para sus paseos (sobre todo si es perro).
Beneficios de tener una mascota
Si tener plantas en casa es recomendable para la salud mental y física, imagínate tener una mascota. Si las plantas son vida, respiran y nos ayudan a respirar, y además nos ayudan a tener un cachito de naturaleza entre nuestras paredes, imagina lo que significa tener una mascota. Un ser vivo que corre, te mueve la cola o te maulla, o simplemente existe a un lado tuyo.
Parece obvio, pero en realidad la ciencia respalda el hecho de que tener una mascota ayuda en grandes dosis, a nuestra salud mental. Es decir, con esto pensamos inmediatamente en el afecto, la compañía y el ejercicio físico (a veces) que esto representa.
Una vez más, mentes científicas se han reunido para comprobar desde su conocimiento, hechos que parecieran obvios o “sin importancia”, desde un papel científico. De acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, agencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (CDC), una mascota representa múltiples beneficios para la salud.
El ya tener una mascota, te invita a hacer ejercicio, salir y socializar. Además, también han afirmado que el vínculo entre una mascota y las personas, ayuda a fortalecer el estado físico, reducir el estrés, e incluso aliviar problemas de depresión o ansiedad.
A decir verdad, si te gustan los animales, tener una mascota es lo mejor que te puede pasar en la vida. Claro que tendrá sus momentos en los que desearás no haberte hecho de una, pero bueno, eso pasa siempre y serán molestias pasajeras. Porque no cabe duda, de que tener un compañero a tu lado, siempre será gratificante.
¿Cuánto cuesta tener una mascota?
Sin embargo, el mundo no es color de rosa, o no siempre. Y si estás pensando en hacerte de una mascota, es mejor que pienses bien las cosas, porque así como tiene un montón de beneficios, también implica un montón de responsabilidad, tiempo y dinero.
Si bien, pareciera que pueden compararse a los hijos, pues en efecto la diferencia aquí más notable (económicamente hablando) es que jamás tendrás que pagar una colegiatura. Sin embargo, sí te costará una buena cantidad de dinero mantener a tu compañía feliz y sana.
Recuerda que un gato o un perro, dura aproximadamente entre 11 y más de 15 años, así que se trata de un compromiso a largo plazo.
Claro que lo más recomendable es la adopción, pero el hecho de que no lo compres, no significa que no gastes en sus primeros días juntos. Para empezar, considera que tendrás que hacer gastos de vacunación, revisión médica, desparasitación, análisis de heces (para verificar que esté saludable o si no atenderlo) y esterilización, por lo pronto. Esto puede significar una cantidad entre 2 mil y 3 mil pesos de entrada.
Ahora, una vez que has pasado esto, piensa en su alimentación. Se trata de buscarle una vida digna, por lo que su alimentación es fundamental para que el animal crezca de la mejor y más saludable manera. Así que opta por no comprar alimento “barato”, porque esto puede ser contraproducente.
Si se trata de un cachorro, el gasto de su alimentación ahonda entre los mil y dos mil pesos. Si se trata de un animal mayor, esto se reduce, pues como los bebés, en sus primeras etapas de vida, necesitan más vitaminas y nutrientes para crecer. Si te has hecho de un perro o un gato adulto, el precio de su alimentación está entre los 800 y mil pesos.
Además, estos son los gastos básicos, ya de ahí se desprenden los accesorios para darle comodidad a tu perro o gato, dentro de tu espacio. Tener una mascota es lo mejor que te puede pasar, y, en definitiva, no te arrepentirás.
Sin embargo, siempre es prudente poner en orden nuestras finanzas para saber si estamos en el mejor momento para hacerlo. Esto, considerando también nuestro estilo de vida, si somos más de estar fuera de casa que dentro, será mejor pensar en un gato, pues son más independientes y no necesitan salir a pasear. Mientras que si nuestra vida es más en casa, un perro podría ser la mejor opción. Claro, todo depende de gustos. Así que piénsalo y atrévete a acompañarte con una mascota.
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