Parece cada día más normal esta viñeta: terminaste de trabajar, te pusiste a limpiar o lavar ropa, haces tu desayuno y estás rendido, listo para ir a dormir.
Pero en vez de eso sacas el celular o prendes la televisión, comienzas a ver una serie y así continúas por un tiempo muy considerable. A pesar de que sabes que debes de ir a dormir para no arrepentirte al día siguiente, continúas viendo un capítulo, un video, un tweet más.
Si te parece familiar, no te preocupes, una gran parte de la población ha comenzado a tener este tipo de comportamientos. Este mal, que se ha exponenciado en la pandemia, los expertos lo han llamado “revenge procrastination” o la venganza de la procrastinación antes de dormir.
Una definición sencilla es que “la procrastinación de antes de dormir es la tendencia de postergar el sueño para enfocarte en ti al final del día y recobrar un sentido de la libertad”, dice Lauri Leadley, educadora del sueño y presidenta del Valley Sleep Center.
Es decir, obligar a tu cuerpo a encontrar un momento que sea de tiempo libre, aunque sacrifiques horas de sueño. Sobre todo sucede con personas con trabajos con mucho estrés, o que tienen muy poco o nulo tiempo libre.
Se requieren tres factores para que una hora de sueño tardía se considere una procrastinación antes de acostarse:
- Un retraso en irse a dormir que reduce el tiempo total de sueño.
- La ausencia de una razón válida para quedarse despierto más tarde de lo previsto, como un evento externo o una enfermedad subyacente.
- La conciencia de que retrasar la hora de acostarse puede tener consecuencias negativas.
La procrastinación antes de dormir puede tener varios efectos negativos. Lo más obvio es que no tendrás la cantidad suficiente de horas de sueño. Pero, además, si estás postergando y usas una pantalla, la luz azul puede inhibir la producción de melatonina de tu cuerpo, lo cual tampoco ayuda a dormir bien.
Después de un tiempo, dormir poco se acumula y puede tener consecuencias físicas, cognitivas y emocionales.
Por ejemplo, quienes sufren de privación de sueño tienen más probabilidades de tener problemas de salud como diabetes, enfermedades cardiovasculares, depresión, ansiedad, etc.
Si te has encontrado “teniendo esta venganza” contra ti mismo, aquí te damos algunas recomendaciones de los expertos para que puedas contrarrestarlo.
El mejor remedio para la postergación del sueño es una higiene saludable del sueño, que implica crear buenos hábitos de sueño y un entorno propicio para dormir. Recuerda que se necesitará más de una noche de sueño para adquirir buenos hábitos de sueño.
Tener rutinas establecidas puede hacer que los comportamientos se sientan casi automáticos. Aquí te decimos algunos ejemplos de hábitos de sueño positivos:
- Mantener un horario constante para acostarse y despertarse, incluso en días no laborables
- Evitar el alcohol o la cafeína a última hora de la tarde o de la noche.
- Detener el uso de dispositivos electrónicos, incluidos teléfonos celulares y tabletas, durante al menos media hora, e idealmente más tiempo, antes de acostarse.
- Desarrollar una rutina estable para usar todas las noches para prepararse para la cama.
Abre las puertas del autoconocimiento con la mejor bibliografía que Sanborns tiene para ti.
FOTO: Imagen de Free-Photos en Pixabay