Si no lo sabías, te lo contamos ahora, y es que el bloqueador solar es el secreto base de la belleza. Se trata del elixir de la juventud, mientras protejas tu rostro y piel de los rayos UV, tu apariencia se conservará intacta del tiempo y sus deterioros.
Más allá de tratarse del ingrediente fundamental para nuestro skincare, lo cierto es que el bloqueador solar también es un escudo básico contra enfermedades severas. Tan sólo en nuestro país cada año son detectados más de 11 mil casos de cáncer de piel. Muchos de estos tumores se relacionan con la exposición prolongada y descuidada a los rayos UV.
Ahora que se avecina Semana Santa, y que la primavera se ha estacionado con una enorme carga de calor y muchos días soleados, seguramente estarás pensando en adquirir tu propio bloqueador solar. Para hacerlo de la mejor manera, te damos unos tips sobre cómo seleccionarlo.
Anotaciones importantes
Primeramente, es indispensable que reconozcas el significado de SPF al que hace referencia su protección. Es decir, SPF o Sun Protection Factor se refiere al tiempo de protección solar que tenemos ante la exposición a los rayos UV.
Para entenderlo mejor, si usamos un protector SPF 30 no significa que nuestra piel estará protegida durante 30 minutos, sino que el tiempo que estaremos protegidos del sol será 30 veces el tiempo que lo estaríamos sin el producto SPF.
También es importante aclarar que un alto índice de SPF tampoco significa que proteja la piel contra los rayos UVA.
Otra diferencia importante también es diferenciar entre los distintos rayos ultravioletas y sus distintos efectos en la piel.
Mientras los UVA son los rayos que alcanzan totalmente la superficie terrestre, y nos broncean de inmediato con un efecto duradero. También tienen la capacidad de atravesar el vidrio y penetrar hasta las capas más profundas de la dermis, generando alteraciones celulares e incitando el envejecimiento prematuro de la piel: arrugas, manchas y falta de elasticidad. Además, claro, de poder desarrollar cáncer.
Por otra parte, los rayos UVB penetran mucho menos que los UVA, pero son más reflejantes. Estos rayos son, en un 90%, bloqueados por el ozono y por el oxígeno de nuestra atmósfera. De hecho, son rayos mucho más energéticos por lo que hacen mucho más daño a la biósfera, mientras que en nuestro cuerpo queman nuestro tejido.
¿Cómo elegir el protector solar ideal?
Para encontrar el protector solar ideal, hay que buscar uno con etiqueta de alto espectro. Actualmente, sólo los productos que protegen contra los rayos UVA y UVB son los que contienen la etiqueta de alto espectro.
Como mencionamos, cuanto más alto sea el SPF en el antisolar, más tiempo te protegerá del sol. Los más recomendados son los que tienen la etiqueta de SPF 30, aunque el 15 tampoco es malo. Por otra parte, también es importante verificar que sean resistentes al agua y al sudor, para que el protector y sus beneficios permanezcan más tiempo en nuestra piel.
Por ejemplo, un filtro solar que es resistente al agua, significa que su SPF aún resiste después de 40 minutos en el agua, mientras que el “muy resistente al agua” dura hasta 80 minutos.
Tips para una mejor aplicación
Aplícalo 30 minutos antes de salir al aire libre para un mejor resultado, pues es el tiempo en el que la piel tarda en absorberlo.
Vuelve a aplicarlo cada dos horas o después de cada baño en la piscina o el mar.
Limita tu exposición al sol durante el mediodía, cuando los rayos solares son mucho más agresivos. Sin embargo, si no puedes evitarlo, es recomendable descansar periodos de tiempo en la sombra.
A pesar de que resulte un poco “ilógico”, recuerda que el bloqueador solar debe usarse siempre. No importa si está nublado, si no vas al mar, o si es invierno. Es decir, los rayos ultravioletas siempre están ahí aunque no lo parezca, y son los culpables de quemaduras y más irritaciones en la piel. Así que en cualquier momento y época del año es indispensable utilizarlo.
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