Estamos en esa época del año en la que las uvas aumentan su precio radicalmente y nuestras ambiciones con ellas. El mercado de las ilusiones nunca está tan transitado como cada que un año está por empezar. Todos tenemos nuestros rituales para recibirlo, y uno que se ha propagado en la cultura occidental es el de comer doce uvas para pedir un deseo por cada mes del próximo año, o bueno, lo más preciso es decir un propósito, antes que un deseo. Pero, ¿qué pasa cuando alguien no asiste a este magno evento de ilusiones al tres por dos y lo único que desea es que el nuevo año que está por venir ya termine? 

Naturalmente pedimos cosas sencillas y hasta casi obvias, tan predecibles nos hemos vuelto que los mercadólogos ya saben qué queremos antes de que nosotros tengamos uha idea (¿o viceversa?): bajar de peso con la dieta, inscribirse al gimnasio, salir de viaje, ahorrar, etc., y más propósitos que interactúan con el mundo exterior, pero, ¿qué hay de nuestra mente? Cuando lo obvio parece lo más seductor para nuestros deseos, es imprescindible que reparemos en nuestra cabeza y hagamos una limpieza. 

Piénsalo, muchas veces tenemos esta idea de limpiar nuestros espacios, ya sea el librero que lleva años sin ser acomodado realmente, nuestro clóset con ropa que ya ni usamos, nuestro baúl lleno de cosas que no supimos dónde más acomodar, o cualquier sitio de nuestro hogar que esté desatendido en términos de orden y limpieza, para recibir el año nuevo y que no nos agarre en pleno desorden, ¿por qué no hacer lo mismo con nuestra mente?

Claramente no consiste en lo mismo, ya quisiéramos decir: –ok, este recuerdo ya me cansó y honestamente ya no me sirve de nada más que para llorar, así que a la basura–, y ¡shazam! Listo, pero pues no somos robots y nuestra psicología nos demanda hacerlo de otra forma. Para eso los expertos ya han trazado un par de tips para que la limpieza de nuestra mente tenga lugar para este 2020 y nuestras actividades del día con día no sean sólo una consecuencia de una rutina, sino una manera de acercarnos más con la naturaleza de nuestro entorno y con nuestra naturaleza propia.  

Sal a caminar con frecuencia

Por naturaleza el ser humano necesita moverse en espacios grandes y abiertos para despejar la mente. Los clichés no surgen de la nada, y la verdad es que este acto de “despejar” la mente funciona cuando nuestro cuerpo se mueve en áreas grandes. No por nada grandes artistas tomaban caminatas largas para hallar la inspiración. Estar en contacto con nuestro entorno, con una actitud de relajación nos ayuda a estar en paz con nosotros mismo. Así que para incluir en tu lista de propósitos, incluye dar larga caminatas con la intención de hallar paz mental, antes que cualquier otra. 

Enfócate en tu respiración, el yoga puede ayudar con esto

Ahora hablar de yoga pareciera un trendig topic sujeto a un hashtag, pero lo cierto es que de toda la cultura mainstream podemos sacar siempre algo bueno, al menos hasta ahora. El yoga es un punto a nuestro favor. En esta búsqueda de una salud mental comprometida con nuestro cuerpo y nuestras metas para el próximo año, este ejercicio nos ayudará muchísimo. El yoga es hallar el equilibrio con nuestra respiración. En el hinduismo lo conocen como la unión con la verdad o el destape de nuestro chakras, pero en término sencillos diremos que es un ejercicio que sí demanda fuerza física, pero sobre todo mental. Inténtalo y verás los resultados. 

Incluye una actividad contemplativa: meditar, escribir o dibujar

No necesitas ser ni la persona más artística, ni la más calmada para intentar alguna de estas actividades, pero los expertos sí recomiendan enfocar tu atención en una actividad que te permita estar pensando en otras cosas que no son precisamente de tu vida cotidiana. Para esto también sugieren llevar un diario, ya sea de dibujos, escritura, sin temor a ser juzgado, es una actividad íntima y meramente personal.  

Estos son tres sencillos propósitos que solemos olvidar, detalles tan sencillos pueden pasar tan nimios que olvidamos su relevancia, por eso es importante enfocar este nuevo ciclo en nuestra salud mental y no dejarla pasar por alto, porque todos queremos un buen cuerpo, una gran cuenta de ahorros y demás, ¿pero qué hay de todo eso si no estamos bien con nosotros mismos?

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