o piel de la mujer amada, una metáfora que antes podría sonar tierna y ahora quizá es más un cliché “barato” que otra cosa. Sin embargo, en lo que todos podemos estar de acuerdo es en que estas son bellas, sobre todo cuando hablamos de las pecas en el rostro.
Más allá de una cuestión estética poética, te has preguntado de dónde vienen o por qué surgen. Es decir, incluso con los años uno puede notar cómo el cuerpo y la piel cambian dejándonos nuevas marcas que antes no estaban ahí, como las pecas. ¿por qué sucede esto, o cómo es que pasa?
Antes que nada, las pecas tienen un origen específico, se trata de una formación similar al efecto por el cual la piel se broncea con el sol, este proceso se denomina melanogénesis. Cuando la piel entra en contacto con el sol, la melanina se distribuye de manera irregular por la piel, lo que genera depósitos un tanto más densos en puntos concretos y así es como nacen las famosas pecas.
Quizá no suene de lo más saludable, por lo que te estarás preguntando si las pecas son un tema de alarma, y para eso la ciencia dice que no hay que alarmarse. Sin embargo, solo hay que prestar atención, ya que las personas que son más propensas a que esto les suceda sí deben anotar cosas importantes.
La mayoría de las pecas son benignas, pero también se trata del gen MC1R, mismo que también está asociado con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel. De acuerdo con un estudio publicado en la Journal of Investigative Dermatology, se debe a que los portadores de este gen tienen mayor susceptibilidad al sol, por lo que muestran cambios en la pigmentación de la piel con más frecuencia.
De hecho, un estudio se basó en la escala Fitzpatrick (escala que mide la capacidad de la piel para asimilar la radiación solar), y descubrió que el 75% de las personas que se queman con facilidad bajo el sol y no se broncean, experimentan mutaciones del melanoma, y el 55% de quienes se queman fácilmente, no se broncean y tienen pecas, generalmente los pelirrojos, experimentan mutaciones del melanoma a lo largo de su vida.
Cuida tu piel de la mejor manera
Tener pecas solo significa que eres sensible a la luz solar y para eso hay que tomar las siguientes precauciones. Antes que nada y lo más obvio, es protegerte limitando el tiempo de exposición al sol. Igualmente usar ropa que proteja tu piel es fundamental, cómo utilizar una loción con SPF o un protector solar durante todo el año sin importar la época.
Por otra parte, es importante que prestes atención a los cambios que hay en tu piel y busca un dermatólogo si las manchas tienen un aspecto anormal. Si esto llegara a ser cancerígeno, y lo detectas apenas se formó la mancha, casi siempre estás a tiempo de curar.
Por otra parte, también existen otro tipo de pecas y esas son las simples. Se trata de manchas redondas y pequeñas que pueden ser congénitas o adquiridas con los años.
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