Si algo nos ha enseñado esta pandemia es a preocuparnos por las pequeñas cosas, aquellas que a la larga hacen la diferencia. Cuidar de nosotros mismos, para cuidar a los otros, tratar de ayudar a los más vulnerables y ser conscientes de nuestro peso en la comunidad que habitamos.
Y procurar lo local es una de las formas en las que podemos hacer la diferencia en nuestra comunidad.
Aunque esta pandemia ha puesto el freno de mano en la economía del mundo, quienes más han sufrido los embates del confinamiento son las pequeñas y medianas empresas, es decir, todos aquellos emprendedores que decidieron abrir sus negocios a pequeña escala esperando un impacto local.
Estos pequeños lugares de productos o servicios viven prácticamente al día, por lo que es una buena forma de ayudar a nuestra comunidad seguir el llamado consumo local.
Muchas veces asumimos que por estar en una ciudad y no tener acceso a los productores primarios es básicamente imposible poder consumir de esta forma, cuando lo cierto es que hay muchos negocios que nacen con autogestión, o han luchado para conseguir los recursos y son esas pequeñas economías las que ayudan a nuestra localidad.
La tiendita de la esquina, el mercado local, la cafetería vecinal, la fonda, la boutique, la estética, la frutería… Un sinfín de ejemplos al hablar de este tipo de empresas, que de hecho, crean más del 50% del empleo en México, por lo que es a ellos los que debemos de tener en la mira.
Además de obtener productos mucho más frescos que nos ayudan a alimentarnos correctamente, también estaremos ayudando a que muchas familias puedan seguir teniendo una fuente de ingresos.
Incluso existen beneficios medioambientales, ya que al estar en tu localidad, muchos de los vendedores y prestadores de servicios se transportan en vehículos no contaminantes al brindarte servicio a domicilio, ya sea con bicicletas, diablitos e incluso a pie.
Muchos locales de comida, por ejemplo, tienen la opción de recoger tus tuppers y regresarlos con comida recién hecha, reduciendo nuestra huella de plástico.
Es cierto que con los años, se ha vuelto una tendencia el consumo orgánico y de comercio justo, lo que ha decantado en que muchas veces los precios de algunos productos sean llevados hasta las nubes. Y cuando pensamos en consumo local, inmediatamente pensamos que será muy caro y preferimos ir al supermercado de siempre, cuando los productos orgánicos y de comercio justo sólo representan un pequeño porcentaje de esta economía.
En realidad, el comercio local también abarca a la señora que abren la puerta de su patio para vender cenas.
Así pues, en esta cuarentena es importante cuidar las economías locales, por lo que cada vez que necesites un producto o un servicio, prefiere los negocios que se encuentran dentro de tu misma colonia o aledañas. De poco en poco, nosotros mismos haremos una diferencia.
Si nos cuidamos nosotros, también cuidamos a los demás.