Reconocido por La trilogía de Nueva York, Leviatán, La noche del oráculo y Diario de invierno en su trabajo literario; como guionista en las cintas de Smoke y Blue in the Face y por su extensa obra poética, el escritor estadounidense, Paul Auster, revive su nombre junto con el de uno de los grandes, pero olvidados, escritores estadounidenses: Stephen Crane.
Mientras las artes y sus autores se reconocen en sus legados, hay quienes con el tiempo van empolvándose en nuestros libreros de la memoria. Muchos se mantienen iluminados a pesar del tiempo y los siglos que puedan traer detrás, pero muchos otros, incluso no tan alejados de nuestra contemporaneidad, corren el riesgo de ser opacados por los grandilocuentes clásicos y los estrellatos del momento.
Entre tantas mentes, pensamientos y obras artísticas, es difícil señalar desde una mirada objetiva las que son imperdibles como un legado de la humanidad, tan sólo pensarlo ya es arbitrario. Sin embargo, es un hecho que cada uno aguarda con su propia biblioteca de títulos y autores que considera tesoros para el mundo. En este sentido, Auster se comprometió con la idea de revivir uno de los autores del siglo pasado y que lentamente se estaba quedando en la oscuridad del tiempo, hablamos de Stephen Crane.
En su nueva bibliografía La llama inmortal de Stephen Crane, Auster recuerda el legado de uno de los escritores que él considera más importantes de la historia de la literatura del siglo pasado y actual. De acuerdo con una entrevista que el escritor dio sobre su nueva entrega, Crane “le habla a una persona de hoy. Sus textos están muy vivos y eso me propuse demostrar con mi libro: creo que Crane ha sido abandonado y quiero regresarlo al centro. Lo merece tanto como Herman Melville y Henry James”.
Stephen Crane nació en 1871 en Nueva Jersey y falleció en 1900 en Badenweiler, Alemania. Su escritura abarcaba desde la literatura hasta el periodismo y se convirtió en un influencia importante en el siglo XX. Mantenía relación cercana con escritores como Joseph Conrad, H.G. Wells y el mismísimo Henry James.
Crane fue corresponsal de guerra y mantuvo un casamiento con la dueña de un burdel, en su vida, tuvo momentos críticos en los que el hambre y la precariedad lo abatieron. Igualmente, también vivió entre el éxito y la fama por su obra, pero, lamentablemente, se retiró de este plano a muy temprana edad, a los casi 29 años exactamente.
Su vida fue relevante en tanto cuestiones personales, políticas e históricas en el ámbito literario. Se peleó con Roosevelt por lo que fue desterrado de Nueva York, tras estos tropiezo, se le considera como uno de los mayores escritores de la literatura estadounidense, o al menos Paul Auster así lo sentencia en su última publicación.
La bibliografía está narrada en primera persona, se trata de la primera publicación de Auster después de 4 3 2 1 (2017). Desde entonces, Auster confesó haber estado agotado de la escritura por lo que comenzó a releer libros, entre los que destacaban más se encontraban los de Crane.
“Me quedé asombrado, ¡qué bueno es, qué brillante! Lo devoré todo. Mis amigos europeos no saben quién es, así que quise hacer un ensayo cortito, pero... Sí, ¿qué hago yo escribiendo esto? Tal vez Crane sea, en cierto modo, Ferguson número 5, un chicol más de 4 3 2 1”, comentó en una conferencia por videollamada para diversos medios.
Su intento por escribir algo corto, en definitiva, falló, pues esta nueva publicación del autor contiene poco más de mil páginas en las que la vida y obra del autor se nos presentan de manera conmovedora y llamativa.
Si antes no sabíamos de la existencia de Crane, Auster ahora ha creado un contexto mítico en el que no podemos perdernos de su obra y el legado literario de aquel escritor estadounidense que ha resurgido de la memoria. Esto gracias a unos de los escritores más populares y aclamados en nuestra historia contemporánea, Auster.
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