Muchos esperábamos la reunión de la banda conformada por Damon Albarn, Graham Coxon, Alex James y Dave Rowntree para celebrar los 25 años del álbum Parklife. No va a suceder nuevamente y, claro, nos referimos a Blur.  

La cúspide del britpop había llegado en 1994. El grunge parecía haber muerto con Kurt Cobain y Blur sacó su tercer álbum de estudio, el ya mencionado Parklife el cual, en abril pasado cumplió 25 años de lanzamiento. Pero, ¿a qué rayos sonaba el britpop?

Para Graham Coxon es sencillo: sonaba a nada. Para él la música que hacían no había inventado algo. Modern Life Is Rubbish (1993) fue el disco que impulsó el concepto, un material lleno de post-punk, elementos que se disiparon entre las baladas y coros pegajosos de su predecesor; un llamado de fiesta con “Girls & Boys”, un canto al amor que no pudo ser en “To The End”. Si había diferencias notables entre un álbum y otro, ¿por qué seguían siendo britpop? Había que englobar la música de esa generación para que gracias a ello hoy se tengan playlist del no género con las bandas de esa década, sin importar si existe alguna conexión entre una y otra, al fin y al cabo son de la época.

En Parklife, Blur recogían y sintetizaban el espíritu de la sociedad británica del momento; el del optimismo de un país que pretendía retomar su pasado glorioso. Sus letras hablaban de lo que significaba ser londinense en los años 90 y celebraba la vida británica con sus momentos agridulces. 

Blur sentía tanta euforia por la capital inglesa que “London” fue la primera idea para titular el disco. El disco abre con “Girls & Boys”, una pista dance pop terriblemente pegadiza inspirada por unas vacaciones que Damon Albarn pasó con su entonces novia, Justine Frischmann (voz y guitarra de Elastica), en Magaluf (Mallorca, España). Una atmósfera apropiada para acompañar un texto que habla sobre el desenfreno en las fiestas de los noventa.  

Para el éxito de este álbum influye la época, los años 90 fueron llenos de competencia, creación de nuevos estilos y algunas bandas se arrebataban el protagonismo. Pero la música que estaban creando los británicos marcaba una diferencia y un crecimiento en comparación al disco pasado. “Se abrían los horizontes”, dice NME. 

Con Parklife, Albarn, Coxon, James y Rowntree alcanzaron su cumbre creativa en el britpop. Nunca volverían a logra tal nivel de excelencia, al menos en los sonidos más accesibles, y les valdría para ostentar, momentáneamente el trono del britpop. Esto hasta la llegada de Oasis, quienes perdieron la batalla, pero no la guerra, de aquel movimiento que, como ya había ocurrido 30 años atrás con la supuesta rivalidad (orquestada desde los medios de comunicación) entre los Beatles y los Rolling Stones, encaraba a los fans más acérrimos de cada banda y atraía las miradas más curiosas del resto del mundo. Una batalla de egos que, si para algo sirvió, fue para estimular al mercado discográfico, pues el movimiento estaba agotado y ya se vislumbraba el final en el horizonte. Blur se reinventaría en 1997 abrazando el rock alternativo estadounidense, ese del que tanto habían renegado. Y la verdad, no les fue mal, pero esa es otra historia.

Blur no se reunió últimamente, pero no se quedaron de brazos cruzados para esta celebración iniciada ya hace unos meses, tienen preparadas sorpresas, sobre todo para los fans de aquella década. A través de su cuenta oficial de Twitter se anunció la venta de varios artículos “vintage”. 

Entre ellos se encuentran diseños de playeras que se vendían en la década de los 90. Además, la edición en vinilo de la sesión Live at the BBC de 1994 que nunca estuvo disponible. Los cuatro tracks que podemos encontrar en este son “Girls & Boys”, “Jubilee”, “Trouble In The Message Center” y “Lot 105”. 

Todo esto estará disponible a partir del próximo 2 de agosto en la página oficial de Blur.