Muchas veces descuidamos tanto nuestro cabello y entonces tendemos a la orzuela, al cabello deshidratado y opaco. Por eso, hoy nos remontaremos a las recetas caseras, para que tu sanación sea mucho más efectiva, y no tengas que involucrar a los químicos que, muchas veces, son los mismos causantes de tal desastre sobre nuestras cabezas. 

Es común que creamos que ya dominamos el cuidado de nuestro cabello, una vez que hablamos con nuestros estilistas. Porque claramente, les preguntamos cuántas veces es mejor lavarlos, según nuestro tipo de pelo y qué productos nos recomiendan para siempre tener un hermoso cabello. 

Sin embargo, a veces también hace falta escuchar el sabio consejo de nuestras abuelas y tías, para aplicarnos una mascarilla mucho más barata que miles de productos existentes en el mercado de belleza. 

Quizá al principio nos dará un poco de pereza pensar en tener que hacer nuestra propia mezcla, pero la verdad es que una vez que veas los resultados se convertirá en un hábito hasta divertido para elaborar en soledad, o en una noche de pijamas con tus amigas o tu pareja.

Además, una de las grandes ventajas de esto, es que las mascarillas caseras son muy fáciles de preparar y las cantidades tú las eliges, además todas te dejarán con un cabello fuerte, hidratado y brillante.

Ahora te damos unas cuantas recetas para que hagas y veas cuál te conviene según el desastre que habite tu cabeza y tu tipo de pelo. 

¿Pelo débil? 

Yema de huevo y aceite de oliva, tus salvavidas

Se trata de una de las mascarillas más comunes que habita en el acervo de sabiduría ancestral de nuestras abuelas, y no por nada. Es decir, su preparación es realmente sencilla: solo debes mezclar dos yemas de huevo con dos cucharadas de aceite de oliva y una taza de agua hasta formar una masa uniforme. Una vez que esté lista, aplícala sobre el pelo seco y déjala actuar durante media hora. Después enjuaga. 

Lo mágico que verás con esta mascarilla, es que te aportará fuerza y brillo, pero no sólo eso, sino que también hará que te crezca el cabello mucho más rápido y sano, todo esto principalmente por la ayuda del huevo. Mientras que el aceite de oliva le dará suavidad y brillo, haciéndolo ver sedoso y nutrido. 

¿Cabello demasiado delgado?

Tus amigos: el tomate y la harina de maíz.

Si tu problema es que tienes el cabello demasiado fino, y por ende esto provoca que se rompa y se deshidrate con mayor facilidad, esta mascarilla será tu mejor aliada. Las propiedades del tomate ayudarán a que las células muertas del cabello se vayan, y también le dará un brillo y fortalecerá el crecimiento. 

Para prepararla, debes machacar un tomate fresco y maduro (que esté muy rojo y blando), después añade dos cucharadas de harina de maíz. Mézclalo bien hasta conseguir una textura consistente, aplícala sobre tu cabello húmedo y déjala actuar media hora. Después, lávate el pelo con tu shampoo habitual. Lo importante es no aplicar ningún acondicionador después. 

¿Nada de brillo?

Deslumbra con yogurt y limón

Por mucho que te apliques cremas en el cabello, ¿no logras conseguir un brillo natural y sano? Bueno, no esperes más y comienza este tratamiento mensual. Las propiedades del yogurt ayudarán a limpiar tu cuero cabelludo y ayudarán, también, a potencializar el crecimiento del cabello con sana hidratación. 

Para conseguirlo, mezcla un yogur natural con dos claras de huevo y 2 cucharadas de zumo de limón. Aplica la mezcla por todo el cabello, seco o mojado, evitando las raíces y déjala actuar durante 30 o 40 minutos. Pasado ese tiempo, enjuaga con agua fría. Se recomienda aplicar este tratamiento una vez al mes, para mejores resultados. 

Dile adiós al frizz

Con aguacate y aceite de almendras

Esta mascarilla, además de deshacerse del cabello encrespado o con frizz, te ayudará a nutrir e hidratar tu cabello. El aceite de almendras te ayudará a la reparación de tu cabello y con las puntas abiertas, mientras que el aguacate te hidratará en profundidad. 

Para prepararla, basta mezclar una cucharada de aceite de almendras, un aguacate maduro y una yema de huevo hasta que quede una masa homogénea. Aplícala sobre el cabello y, después de 15 minutos, enjuaga con agua tibia y lávalo con un shampoo (de preferencia con uno para pelo seco). Para conseguir resultados, es importante que utilices productos específicos para pelo encrespado. 

Descibre más tratamientos sólo en Sanborns.