Cuando el mundo se convierte en un escenario de película apocalíptica, las teorías conspiratorias surgen como una nueva plaga. Esto no es para nada nuevo, es decir, el ser humano siempre está buscando la manera de resolver las grandes interrogantes que nos acosan, desde siempre, pero que, sin duda, muchas de ellas están nulas de respuestas, o al menos por ahora. 

Recientemente se volvió nuevamente viral la noticia de que el poeta francés Michel de Nôtre-Dame, también llamado Michel Nostradamus (1503-1566), predijo varios acontecimientos significativos para la historia de la humanidad. Entre ellos supuestamente destacan el ascenso de Adolf Hitler en 1933 y el Gran Incendio de Londres en 1666. Ahora, la tendencia es que se asume que también predijo la enorme pandemia que estamos viviendo a causa de la nueva mutación del coronavirus. 

Todo esto surge a partir de su famoso libro Les Propheties (Las profecías), una colección de 942 cuartetas poéticas que, supuestamente, predicen eventos futuros. El libro fue publicado por primera vez en 1555 y, desde entonces, se le han atribuido los méritos de la adivinación sobre los pasajes que habitan este libro poético de tinte apocalíptico. 

El pasaje que se le atribuye a la predicción de lo que estamos atravesando como humanidad es la parte Century 2:53, en donde advierte: 

“La gran plaga de la ciudad marítima. No cesará hasta que se vengue la muerte. De la sangre justa, condenada por un precio sin delito”. 

Sin embargo, también los medios han hecho alusión al hecho en otro pasaje un poco más específico: 

"Habrá un año gemelo (2020) del cual surgirá una reina (corona) que vendrá del este (China) y que propagará una plaga (virus) en la oscuridad de la noche, en un país con siete colinas (Italia) y transformará el crepúsculo de los hombres en polvo (muerte), para destruir y arruinar el mundo. Será el fin de la economía mundial como la conocen“.

Sin llegar a conclusiones, lo cierto es que cualquier escrito bien redactado, sin importar la fecha en la que fue hecho, con tintes futuristas siempre podrá aproximarse a lo que se vive. Es decir, yo me quedaría más con la última línea del segundo fragmento: “Será el fin de la economía mundial como la conocen”. 

A lo que me pregunto, ¿no es bastante fácil “adivinar” un futuro? Sobre todo, pensando en que el mundo está en constante cambio hacia una nueva “normalidad” todo el tiempo. El hecho es la información y la manera en la que los medios la proyecta. Empecemos por algo sencillo, a cientos de pandemias ya hemos sobrevivido, pero no de todas conocemos. 

Tan sólo en estos primero 20 años que hemos existido durante el siglo XXI, ya hemos atravesado más pandemias de las que puedes imaginar. 

Por hacer un recuento breve, en 2002 ya se vivió una pandemia a causa del coronavirus. Así es, se trató del SARS-CoV. En 2005 sucedió la gripe aviaria en su cepa H5N1, y de 2009 a 2010 se vivió la pandemia de la influenza A H1N1, la cual se cobró la vida de entre 150,000 a 575,000 personas en el mundo. Esto es por poner ejemplos, pero lo cierto es que han sucedido un par más. 

A la mitad del furor de la incertidumbre y la desesperación por encontrarle un sentido a lo que se vive, también hubo una noticia que nos puso a pensar. Se trata del supuesto patrón que existe cada cien años en la historia de la humanidad, sobre nuevas pandemias que surgen en ese periodo. Muchos aseguran que se trata de una fake new. Sin embargo, algo que nos pone a reflexionar es que es verdad que aproximadamente, sin ser tan exactos, cada cien años sucede algo similar. Podríamos pensarlo como algo evolutivo, tanto en nuestra fisiología como en la convivencia que tenemos con el resto del reino animal. 

Es decir, personalmente tampoco me parece tan descabellado. Sobre todo si pensamos en términos Darwinistas esto tiene un poco de lógica, pero tampoco se trata de una ley. Pues ya vimos que tan sólo en esto 20 años hemos vivido más pandemias o epidemias de las que podríamos imaginar. 

Ni adivinos, ni profetas, ni leyes naturales o textos sagrados, nada de eso nos ha entregado la resolución que tanto esperamos. Sin embargo, cabría la pena aterrizar en saber qué es exactamente lo que esperamos. Es decir, cuál es la verdadera pregunta y por ende, cuál sería su respuesta. Quizá un poeta que vivió entre los mil quinientos se aproximó a detalles sobre eventos catastróficos, pero también es cierto que no son cosas difíciles de predecir. 

A lo que voy es que, la humanidad es completamente predecible, es decir, seguimos patrones desde el inicio de los tiempos. El universo mismo los sigue, vivimos en un constante caos en el que lo aleatorio y catastrófico corresponde a un orden natural. Si algo sostengo de la filosofía budista, es que el mundo y la vida misma, o lo que sabemos de ella hasta ahora, es cíclica.

En conclusión, al menos para este artículo, porque la imaginación junto con la frustración seguirá nutriendo las tendencias en las redes durante los siglos de los siglos, a menos que nos extingamos antes de completar el que ya vivimos. En el mundo en el que vivimos seguirán sucediendo cosas catastróficas, y cuando pensemos que estamos atravesando la peor crisis, lo cierto es que, para bien o para mal, siempre llegará algo que lo supera.

Así que tomemos estas adivinaciones como algo completamente natural sobre nuestra especie, y quizá tampoco sea conveniente no tomarlas tan en serio. O en el peor de los casos, pongámonos a escribir un decálogo de los eventos futuros que vendrán, y seguramente acertaremos en un par. Mientras, pensemos que este no es el fin, pero sin duda es un escenario bastante caótico en el que sufriremos consecuencias de diferentes dimensiones, pero no sabemos completamente de qué va, nunca lo hemos hecho y mientras tanto podemos buscar acciones virtuosas. La humanidad sigue superando sus instintos de sobrevivencia, así que no todo está perdido.