A través de solo cuatro singles, publicados desde Casa Maracas a razón de uno al mes desde el pasado noviembre de 2019, No sé a quién matar han conseguido inocular en muchos de nosotros microscópicas partículas de pesadumbre, aflicción, melancolía e irritación capaces de provocar en nuestras almas racionales una respuesta de defensa que nos preserva del mundanal absurdo. 
 

Logrado cierto aumento de la tasa de inmunidad a la opresión y el gris oscuro de lo terrenal, y con el propósito de aumentar nuestros niveles de alerta, resistencia, capacidad de aprendizaje y disfrute, María y David regresan ahora para administrarnos una dosis cuádruple de canciones nuevas en Pop líquido.

Concebido y desarrollado, como cada una de sus anteriores entregas, en una realidad alternativa solo habitable por quienes participan o están dispuestos a participar de las cualidades propias de los espíritus angélicos, es decir, bondad, belleza e inocencia, Pop líquido es un EP digital compuesto por cuatro nuevas canciones: “Estómago”, “Nube rota” y “Lluvia”, originales de No sé a quién matar, con brillantes colaboraciones de Banin (Los planetas, Los pilotos), La Santoro y Pablo E. Fernández (Colectivo da Silva); y “Vendimia”, homenaje a los imprescindibles La buena vida, con la participación de Mikel Aguirre (La buena vida y Amateur), guitarrista y una de las voces del grupo donostiarra. 

Emocionante revisión de la pista oculta que cierra Vidania, el álbum que La buena vida publicó el 16 de abril de 2006, exactamente quince años antes de la fecha elegida por Casa Maracas para que recibas Pop líquido, tu última dosis de No sé a quién matar antes de la llegada de su primer álbum.

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Información e imágenes: cortesía de Casa Maracas.