En la biografía de la historia musical, hay carreras que quedaron opacadas por fenómenos que aislaron diversos talentos que se hallaban a la par. Pensemos en la mítica figura de Sixto Rodríguez, a quien recién conocimos, en buena medida por el documental Searching for Sugar Man (2012), pero que emergió desde la época en la que Bob Dylan se llevó todo el foco mediático, mientras que él y su talento quedaron en completa oscuridad. O bueno, en este caso, su talento se fugó a las lejanas tierras Sudafricanas, pero tan sigilosamente que ni siquiera él lo supo hasta años después. 

Del mismo modo, las sombras llegan a todos los géneros musicales habidos y por haber. Piensa en Nicky Jam, quien seguramente te suena por sus más recientes canciones, pero no tienes en mente o a la mano material que compita con el apogeo del reguetón. Ahora sorpréndete, Nick Rivera Caminero, conocido ya después como Nicky Jam, despegó su carrera musical desde el siglo pasado, en 1992. 

Su talento fue descubierto por un mero golpe de suerte, el joven estadounidense, de padre puertorriqueño y madre dominicana, se mudó de Estados Unidos a Puerto Rico. Su interés por la música ya había brotado de su ser, y empezó a improvisar con el estilo de los ritmos urbanos y rimaba todo lo que se le ocurría. Un día, mientras trabajaba como empacador en un supermercado, empezó a rapear y esto atrajo la atención de una cliente clave para su futuro. Se trataba de la esposa de un director discográfico en Puerto Rico. Todo comenzó con unos versos y los oídos correctos para escuchar lo que él tenía que cantar. 

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Fue cuando grabó su primer material discográfico llamado Distinto a los demás, y aunque este disco pasó sin pena ni gloria, su carrera siguió escalando, pues la atención de los medios ya la tenía y empezaron a llamarlo para ser telonero de diferentes actos. Hasta que un día se topó con el emblemático icono del reguetón, Daddy Yankee, y con quien comenzó a colaborar como hype man (algo así como el rapero secundario que apoya a los raperos principales). Incluso formaron una agrupación llamada Los Cangris. Este momento catapultó a Nicky a una fama realmente inesperada, y “desperdiciada”, según sus propias palabras. 

En 2001 puso en pausa su carrera, y se quedó ensimismado en una grave depresión. Sin embargo, el amor a la música lo hizo salir avante y presentar su nuevo material en 2004, el álbum titulado Vida escante. El lanzamiento lo volvió a posicionar en un importante lugar en la escena musical, llegando a la cuarta posición del Top Tropical Albums y la 23 de Top Latin Albums, de Billboard y posiciones importantes en la Latin Tropical Airplay.

Sin duda, su carrera no ha sido ignorada, sólo desafortunada, pues a pesar de haber llegado a excelentes posiciones en la audiencia, Daddy Yankee empezó a lanzar éxito tras éxito a la par. Entonces, nuevamente, pausó su carrera. 

Para 2007 regresó con The Black Carpet, con el que alcanzó el lugar 24 del Top Latin Albums de Estados Unidos. No tuvo el éxito esperado, pero esta vez el cantante no dejó de trabajar en su música. En una declaración otorgada en una entrevista, el cantante aseguró que:

“Mucha fama me llegó a una temprana edad y no supe aprovecharla … muchas irresponsabilidades”. Desde entonces su carrera no paró. 

Los primitivos ritmos del reguetón están tan intrínsecos en nuestro sistema, que es imposible ignorarlos cuando los escuchamos. La base rítmica es la misma, lo que varía es la conjugación con la que se crean diversas canciones para disfrutar del perreo. Nicky Jam ha demostrado sus años de experiencia musical, porque a pesar de no haber sido una figura que brilló como pudo en su momento, es un compositor que ha  ido reconociendo su voz y su ritmo propio. Escuchamos la evolución de su sonido, de la década dosmilera a esta nueva era del neo perreo, en la que el lenguaje mismo intenta cambiar radicalmente. 

Su más reciente lanzamiento es la prueba de ello, tan sólo compara los dos videos, el que está arriba de su álbum The Black Carpet, de hace más de diez años y este que acaba de lanzar el pasado primero de agosto. Claramente los años nos llegan a todos, y con ellos, a veces, sí evolucionamos. Nicky Jam es la muestra de cómo ha cambiado en cuanto a su contenido y ritmo. Este sencillo lo hizo en colaboración de Sech,  cantante, compositor y productor musical panameño.

Al tono de balada, pero con ritmo de perreo lento, Nicky Jam pone los pies en la tierra y le da un despegue a su carrera musical, la que, sin duda, nos hace bailar y cantar.