Inducido por su afinidad a las expresiones artísticas como la forma predilecta de manifestar sus intereses; desde joven, Luchino Visconti logró persistir con sus propias convicciones en su vocación como director de teatro, ópera y progresivamente, de cine.
Visconti es conocido por su habilidad para conjugar el melodrama en contextos de reflexiones históricas, sociales y políticas que confluyen en la identidad y decadencia humana, sin dejar de mencionar el papel que desempeña su atención al detalle estético.
Nacido en 1906 en Milán, Italia, dentro de la aristocracia milanesa, Luchino Visconti logró consolidarse como uno de los grandes directores del neorrealismo italiano a la par de grandes directores como Federico Fellini, Michelangelo Antonioni, Roberto Rossellini y, más tarde, con Pier Paolo Pasolini y Bernardo Bertolucci, colocando al cine italiano como uno de los más consolidados en la industria.
Buscando un refugio en las artes, las historias de Visconti retratan sus pensamientos más personales en cuanto a la condición y decadencia humana. Gracias a una serie de acontecimientos sociales derivados de la Italia fascista, Luchino Visconti encontró en el cine la herramienta perfecta para dejar un legado ideológico y visual sin vigencia.
Por todo lo anterior, la Cineteca Nacional de México y el Instituto de Cultura Italiano, tienen el agrado de presentar parte de la filmografía de Luchino Visctonti, cuya obra se puede contemplar en dos etapas: la primera que inicia con Obsesión (1943), culminando con Rocco y sus hermanos (1960), en la que predomina el aspecto social y la denuncia contra la injusticia. Y una segunda etapa, que va de El gatopardo (1963) a El inocente (1976), con un carácter notablemente existencial e introspectivo.
El cine de Luchino Visconti ha tenido un considerable impacto que ha trascendido a la historia del séptimo arte, misma que podrán apreciar hasta el 29 de diciembre en las pantallas de la Cineteca Nacional.
Las películas que comprenden esta retrospectiva:
- Obsesión (1943) Adaptación libre de la novela de James M. Cain El cartero siempre llama dos veces y obra fundacional del movimiento neorrealista, Obsesión sigue la historia de Gino, un vagabundo que tras detenerse en un bar de carretera, conoce a Giovanna, la esposa del dueño, y se enamora de ella. El pasional romance entre ambos negaría discursiva y estéticamente los valores impuestos por el fascismo que apremiaba en la época, al mostrar en pantalla grande adulterio, pobreza, homosexualidad y cuestionamiento a la patria.
- La Tierra tiembla (1948) Otra obra maestra del neorrealismo, en la que Visconti narra la lucha de los pescadores sicilianos contra la opresión de la gran industria. Su despiadada visión del realismo social influyó profundamente en el cine mundial.
- Bellísima (1951) La cinta protagonizada por Anna Magnani, quien sería reconocida como la madre del neorrealismo por sus impresionantes interpretaciones en filmes de Pasolini y Rossellini, sigue la vida de Maddalena, una mujer obsesionada en conseguir que su pequeña hija se convierta en una estrella de cine. Pese a su situación económica y las negativas de su marido, Maddalena emprenderá un tortuoso camino de esfuerzos vanos, confrontándose con la voracidad y la violencia de la industria cinematográfica.
- Livia (1954) La primera película a color que filmó Visconti representó el final de su relación con el neorrealismo y el discurso marxista, para enfocarse en un extremo estilismo cinematográfico que se aproximaba a lo operístico. Livia desarrolla la historia de la condesa Livia Sarpieri quien, tras una manifestación por parte de agitadores partidarios de la unificación italiana, conoce al oficial austríaco Franz Mahler, de quien se enamorará perdidamente sin imaginar la tragedia amorosa que desembocará.
- Noches blancas (1957) Ganadora del León de Plata en el Festival de Cine de Venecia, esta adaptación cinematográfica de la obra homónima del célebre escritor Fiódor Dostoyevski sigue la vida de Mario, un oficinista solitario que un día conoce a Natalia durante uno de sus paseos nocturnos. El encuentro, que se da a raíz del acercamiento de Mario a la misteriosa y triste joven desemboca en un profundo enamoramiento por parte de él. Sin embargo, Natalia se encuentra esperando un viejo amor que parece haberla abanado.
- Rocco y sus hermanos (1960) Después de la muerte del padre, una familia rural decide emigrar a Milán en busca de mejores condiciones de vida. Ahí se encuentran con Vincenzo, el hermano mayor que trabaja como albañil y tiene una relación cercana al mundo del boxeo. A partir del reencuentro familiar, Visconti desarrollará una tragedia shakesperiana dividida en cinco actos donde la corrupción de la ciudad comienza a carcomer los cimientos morales de la tradicional familia, formando una alegoría crítica al capitalismo y la degradación humana.
- El gatopardo (1963) Después de la muerte del padre, una familia rural decide emigrar a Milán en busca de mejores condiciones de vida. Ahí se encuentran con Vincenzo, el hermano mayor que trabaja como albañil y tiene una relación cercana al mundo del boxeo. A partir del reencuentro familiar, Visconti desarrollará una tragedia shakesperiana dividida en cinco actos donde la corrupción de la ciudad comienza a carcomer los cimientos morales de la tradicional familia, formando una alegoría crítica al capitalismo y la degradación humana.
- Sandra (1965) Galardonada con el León de Oro en la Muestra de Venecia de 1965, la versión contemporánea de Visconti sobre el mito de Electra cuenta con Claudia Cardinale como Sandra, cuyo regreso a la casa de su familia en la Toscana para una ceremonia en honor a su difunto padre está marcado por los conflictos con su madre y la peculiar relación con su hermano Gianni, causando inquietud en su matrimonio. Película de atmósfera subyugante, en la que las grandes estancias del caserón esconden un turbio pasado familiar.
- El extranjero (1967) Visconti traslada a la pantalla la obra cumbre del humanismo existencial de Albert Camus en esta estremecedora adaptación con Marcello Mastroianni interpretando al alienado Meursault, quien, debido a una serie de acontecimientos aparentemente aleatorios, dispara a un árabe en una playa argelina y es juzgado por asesinato. El absurdo cósmico de Camus es transmitido con contundencia por Visconti, quien consigue captar esa atmósfera pesada y desesperanzada que impregna la obra del pensador francés.
- La caída de los dioses (1969) La película más subversiva de Visconti es un melodrama delirantemente estilizado con la que se trasladó a la Alemania nazi para narrar el ascenso de Hitler desde el punto de vista de los Essenbeck, una familia burguesa propietaria de una empresa siderúrgica, que se ve envuelta en las luchas de poder entre las distintas facciones del Tercer Reich. Entre opulencia, perversión sexual y violencia, Luchino Visconti dirige la caída de una familia para representar la degradación moral de toda una nación.
- Muerte en Venecia (1971) Basada en la novela de Thomas Mann, esta obra maestra tardía de Visconti es una meditación sobre la naturaleza del arte, el encanto de la belleza y lo ineludible de la muerte. A principios del siglo XX, un compositor alemán de delicada salud y cuya última obra acaba de fracasar, llega a Venecia a pasar el verano. Ahí se sentirá profundamente atraído por un hermoso y angelical adolescente, sentimiento que le irá consumiendo mientras la decadencia también alcanza a la ciudad en forma de epidemia.
- Ludwig, la pasión de un rey (1973) En este monumental fresco histórico, Visconti reconstruye la vida y muerte del Luis II de Baviera, un rey generoso y romántico, enamorado de su prima, la emperatriz Isabel de Austria, amante de la música de Wagner y despilfarrador obsesionado con construir castillos. Sin embargo, no supo dirigir a sus súbditos, quienes terminarían por traicionarlo. Descenso operístico a la locura que reflexiona sobre temas puramente viscontianos como la soledad, la decadencia aristocrática y la insatisfacción vital.
- Violencia y pasión (1974) Un viejo intelectual estadounidense vive solo y retirado en su palacio romano cuando es perturbado por una conflictiva familia que lo presiona para que les alquile el ático del caserón. Estos cuatro seres sin moral se meten en la vida del profesor llegando a hacerlo olvidar su pasión por el arte, única afición que llenaba su vida. Segunda colaboración entre Burt Lancaster y Visconti, tras El gatopardo, en la que el director examina las ilusiones y los fracasos de los intelectuales de su generación.
- El inocente (1976) En su última película, Visconti vuelve a su temática predilecta: la decadencia de la alta burguesía, esta vez centrada en la historia de Tullio Hermil, un aristócrata que tiene tres pasiones: la lectura, la esgrima y su amante. Sin embargo, todo cambia cuando su esposa Giuliana vive su propia aventura con un escritor y queda embarazada, desatando en Tullio un brote de locura y paranoia, que sirve a Visconti para analizar la podredumbre moral que se esconde tras la apariencia y los mandatos de clase.
Para más información respecto a las funciones, consulta la cartelera completa en www.cinetecanacional.net
Información: Cineteca Nacional
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