Movimiento, la palabra que puede ser el epítome de la vida. Si exploramos la definición de vida más allá de la vida orgánica, quizá coincidamos en que todo aquello que se mueve podría estar vivo. El movimiento es vida y sin este las cosas desaparecen. Incluso las rocas que vagabundean por el espacio pueden ser vistas de esta forma, al menos dentro de una poética por la que apuesto en un sentido metafórico y real.
Desde el espacio, regresemos la mirada a lo primero, a lo que siempre está con nosotros. Nuestro cuerpo, sin necesidad de acudir a un espejo en donde el reflejo nos ofrezca una cercana sombra de lo que somos, pensemos en nuestras extremidades y lo que hay dentro de ellas.
¿Qué otra cosa podría ser nuestra propia vida sin el movimiento de nuestro cuerpo? Sin afán de caer en el capacitismo, pensemos en la movilidad que muchos tenemos, sea esta o no limitada, es verdad que para existir nuestro cuerpo se mueve de una u otra forma. Ya sea visible o no, nuestro corazón está latiendo determinadamente día con día. Al igual que nuestra respiración y su oleaje, siempre permanece en movimiento nuestro cuerpo de una u otra manera.
¿Qué relación tenemos con nuestro cuerpo? ¿Sabemos escucharlo? ¿Qué hay en cada lesión, en cada recuperación, pero sobre todo, en cada movimiento que hacemos voluntaria e involuntariamente?
En movimiento, la nueva producción francesa de Cédric Klapisch, explora estas preguntas a partir de la historia de Élise de 26 años, una bailarina de ballet clásico que se lesiona gravemente el tobillo y debe parar por un momento la danza.
“A partir de entonces su vida dará un vuelco y tendrá que aprender a repararse a sí misma. Entre París y Bretaña, entre encuentros y vivencias, entre decepciones y esperanzas, Élise se acercará a una compañía de danza contemporánea. Esta nueva forma de bailar le permitirá encontrar un nuevo impulso y también una nueva forma de vida”.
Más allá de la temática del movimiento a través de la danza, En movimiento explora la relación que existe en nuestro cuerpo y la manera en la que percibimos el mundo a partir de este. En este sentido, también revela la historia de una niña que crece con un padre que nunca prestó atención, o no de manera interesada, a las pasiones reales de sus tres hijas. Quienes aprendieron a convivir con este “desinterés”, para que Élise al final tuviera que atravesar el proceso de sanación y reclamar la plática con su padre siendo una adulta y dejar atrás el trato infantilizador que tenía.
A veces sanar es más doloroso que la misma herida, o el momento en el que una fractura, herida o demás sucede. A través de la mirada de Klapisch y la actuación de Marion Barbeau, Pïo Marmaï, François Civil, Denis Podalydès; descubrimos cómo el proceso de recuperación tiene más de una capa, en donde se revelan secretos de uno mismo, nos alejamos, nos volvemos acercar a nosotros mismos. Es un ir y venir del conocimiento interno, a partir de un evento traumático.
Una vez más, el cineasta y director Cédric Klapish regresa a nuestro país a través del Tour de Cine Francés en su 26° edición con esta cinta, en la 24° edición ya se había presentado por medio de su película titulada Alguien, en algún lugar.
Ambas cintas tienen líneas distintas en cuestiones de trama y rasgos particulares. Sin embargo, en las dos películas distinguimos una búsqueda constante por el autoconocimiento de uno mismo a través de su entorno, sus relaciones interpersonales y, como vemos en esta nueva cinta, por medio del propio cuerpo.
Igualmente, distinguimos que el punto de inflexión en ambas películas se presenta desde el inicio, sin esperarse a una transición durante la película. Más bien, al aparecer Klapisch le gusta centrarse, desde el inicio, en la resolución del problema y la exploración que llevará a que el personaje evolucione a partir del mismo desde un principio.
Esto nos abre un panorama narrativo en el que no conocemos al personaje en un antes y un después tan específico, sino que nos brinda la naturalidad de cómo la evolución y desarrollo de del mismo se va desenvolviendo orgánicamente. A lo que los personajes secundarios enriquecen y refuerzan en el contorno e historia de este.
Por otra parte, la cinta se enriquece más allá de su guion y actuaciones, pues cuenta con una fotografía de alta calidad, en donde incluso contamos con una especie de introducción visual y musical, para dar pie a la historia.
En cuanto al tour de cine francés 26° edición
Desde 1997 es que el Tour de Cine Francés se ha presentado en nuestro país como manera de difusión del séptimo arte originario de Francia. En esta ocasión, la 26° edición llega a partir del 6 de octubre con siete títulos en cartelera listos para que disfrutes de ellos.
Se trata de En movimiento la cinta anteriormente mencionada del director Cédric Klapisch. Crónica de una relación pasajera que narra cómo una madre soltera y un hombre casado inician una aventura amorosa. Alta costura, dirigida por Sylvie Ohayon, en donde vemos la historia de una mujer madura al final de su carrera como jefe de costura en el taller de Dior.
Kompromat: el expediente ruso, dirigida por Jérome Salle, en esta cinta vemos la historia de una víctima de complot orquestado por los servidores secretos rusos (FSB), se trata de una historia basada en una historia real. Igualmente, encontramos La brigada de cocina, dirigida por Louis Garrel, en donde vemos la historia de una chef que se ve orillada a trabajar en un albergue de migrantes.
También tenemos La cruzada de Louis Garrel, en donde un matrimonio descubre que su hijo ha estado vendiendo sus objetos de valor a escondidas con el objetivo de salvar el planeta.
Finalmente nos encontramos con El mundo según Pierre, dirigida por Clovis Cornillac cuenta la historia de un hombre que se embarca en la historia de su propia identidad, a raíz de descubrirse adoptado.
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