La desarrolladora trae una nueva entrega de una de las franquicias más queridas de Nintendo, que pone fin a un capítulo de la vida de Samus Aran que hemos seguido desde la primera entrega lanzada en 1986.
Nos referimos a Metroid Dread. La historia inicia poco después de los sucesos vistos en Metroid Fusion, juego que salió en el 2002 para Game Boy Advance. Por fortuna el título inicia contando lo sucedido anteriormente para todos los nuevos jugadores (o los que no lo recuerdan debido al paso del tiempo).
Metroid Dread no busca conquistarnos a través de una historia original, pero tiene elementos suficientes para expandir el universo de la serie, atraparnos para terminar el juego y hasta nos muestra algunos toques de personalidad únicos.
Sobre esto último, encontramos que la presentación de Metroid Dread tiene la meta de emular las emociones de un survival horror, uno definitivamente no tan cercano a nuestro referente inmediato Resident Evil, pero sí con suficiente desarrollo como para hacernos sentir lejos de la victoria, temerosos por el enemigo que nos acecha y con muchas limitantes en nuestro armamento.
El juego que acompaña el lanzamiento del Nintendo Switch OLED, fue presentado como una mezcla entre 2D y 3D siguiendo los formatos clásicos que hicieron tan exitosa a la franquicia en los años noventa y cuya jugabilidad estableció el llamado “Metroidvania” (títulos de acción con desplazamiento lateral).
El gameplay es rápido y lleno de acción. Cuando obtienes una habilidad nueva, el juego te obliga a usarla de manera constante para generar memoria y que en el futuro puedas reaccionar de manera inmediata a los nuevos retos. Al llegar al final del juego te sorprenderás de la cantidad de acciones que puedes realizar.
El juego sigue el mismo formato de aventura en el que los jugadores controlan a Samus Aran mientras explora el planeta ZDR. Los que ya han jugado un título antiguo saben que consiste en explorar y desplazarse con ayuda de disparos con puntería libre y ataques cuerpo a cuerpo. Sólo se comienza con su blaster inicial (armas) y conforme avanza el juego gana distintas habilidades que le permiten descubrir nuevas áreas y vencer a distintos enemigos.
Todo parece similar, sin embargo, Metroid Dread hace un cambio importante: añade los elementos de supervivencia. Ahora no sólo explora, sino que se tiene que encargar de no ser descubierto por unos enemigos llamados EMMI: robots indestructibles que terminan el juego una vez que descubren al jugador. Samus puede activar varias opciones para reducir el ruido de su presencia y así evitar atraer a los EMMI.
Así que Metroid Dread no es un simple título “de relleno”, sino que lo convierte en el gran regreso de Metroid.
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