Las noticias de que efectivamente vamos a poder presenciar una cuarta entrega de The Matrix (saga cinematográfica iniciada en 1999), han avivado las teorías que hace 20 años las Wachowski dejaron como una gran posibilidad en el mundo, ¿vivimos en una simulación?
Aunque en primera instancia no tiene sentido lógico, ya que lo piensas detenidamente, incluso rayando en lo filosófico, ¿qué es lo que nos hace estar seguros de que la realidad es real? Valga la redundancia.
Estos cuestionamientos no son nuevos, lo físico nunca ha sido suficiente para creer en la existencia del otro fuera de nosotros, por ello es que la corriente filosófica solipsista es casi tan vieja como la civilización occidental. Sobre esta corriente:
Es la creencia metafísica de que lo único de lo que uno puede estar seguro es de la existencia de su propia mente, y la realidad que aparentemente le rodea es incognoscible [que no puede ser conocido o comprendido] y puede, por un lado, no ser más que parte de los estados mentales del propio yo. De esta forma, todos los objetos, personas, etc., que uno experimenta serían meramente emanaciones de su mente y, por lo tanto, la única cosa de la que podría tener seguridad es de la existencia de sí mismo.
Aunque estas formas de interrelacionarse con la realidad pueden ser objetables con experiencias tan humanas como la muerte y el dolor, el cuestionamiento de si la realidad que vivimos es real, es una constante.
Es cierto que suena muy egoísta pensar que el resto de personas y cosas con las que vivimos experiencias son sólo emanaciones de nuestra mente, desde un punto de vista psicológico (y menos extremista) tiene mucho más sentido.
Como bien reza el dicho “cada cabeza es un mundo”, la realidad es percibida y experimentada desde un punto de vista único por cada individuo del planeta, ya que todos somos distintos en cierta medida. Por ello, es que una de las formas más básicas y funcionales para interrelacionarnos con el otro es desde la empatía, esa capacidad que nos permite conectar con el otro.
Y desde esta perspectiva, existen capas de realidad moldeable, y va más allá de que pensemos en un perro y salga de la nada, como los solipsistas menos versados en el tema creen. Una misma acción puede causar millones de recuerdos distintos, así como experiencias distintas. Tan simple que cada cual pone atención a algo en particular, y en consecuencia, diversas perspectivas de lo mismo.
Y la forma en la que experimentamos la vida está íntimamente ligada a nuestra subjetividad, si ese día estábamos muy cansados, enojados, hambrientos o felices; si eso nos recordó a algo feliz de nuestra infancia o algo traumático; si teníamos la mente puesta en otra cosa y se nos pasó por alto… Miles de millones de variables que, efectivamente, crean una percepción distinta de la misma realidad.
En consecuencia, cada ser humano está viviendo una realidad distinta a cada momento.
Ahora, aunque en justa medida, el solipsismo es una realidad porque todos experimentamos las cosas de forma distinta, hay un largo trecho entre eso y creer que nada de lo que está afuera es real porque es creado por una máquina.
En justa medida, muchas religiones tienen esta misma idea de realidad, pero no es una máquina quien determina todo, sino es una deidad o dios que crea la realidad en la que habitamos.
Para muchos los dioses se han vuelto arcaicos, pero no el creer que lo que experimentamos no es real.
Y aquí es donde las ideas de las Wachowski siguen popularizando preguntas sobre nuestra realidad, a pesar de que toma muchas ideas de diversas religiones y formas de vida, al juntarlas en una película de ciencia ficción, inevitablemente nos preguntamos si lo que vimos es una posibilidad.
Al final, es algo que siempre hemos pensado y cuestionado, pero hasta este momento tenemos la tecnología para que esto pueda ser posible.
Y aunque hay diversos científicos que sinceramente creen que vivimos en una simulación creada por una computadora, muchos son cuidadosos, y sólo dicen que es una de las millones de posibilidades, como dice el multimillonario Elon Musk.
Lo cual es cierto, existen millones de posibilidades de lo que significa esta realidad y posiblemente jamás salgan de una teoría. Si simplemente pensamos que la mayor parte de la física y matemáticas es teoría, muchos espacios en blanco quedan para estar 100% seguros de que algo es verdad.
Muchos incluso creen que al no saber qué pasa después de la muerte, no sabemos si existe realmente.
En pocas palabras, incluso nuestras más grandes certezas pueden ser puestas en tela de juicio… Así que, ¿en qué podemos creer?
Tal vez sólo en que podremos ver la cuarta parte de The Matrix, y que Keanu Reeves y Carrie-Anne Moss volverán a ser Neo y Trinity. Según los rumores, en 2020 comenzará el rodaje y sólo Lana Wachowski regresa a dirigir y escribir el guion.