La imagen del niño sentado frente al televisor mientras esperaba a que sus padres llegaran de sus trabajos, ya solo existe en el recuerdo de la infancia. El ir y venir de un canal a otro, para encontrar la mejor opción que nos mantuviera entretenidos por más tiempo, era el ejercicio favorito de nuestras tardes. 

Si nuestros padres lo intentaron a la par de nuestros abuelos, o incluso nuestros profesores, la televisión siempre tuvo la batuta de nuestra educación principal y fue ella la que nos mostró un mundo de posibilidades, en el que tanto caricaturas como comerciales de sellos y sellos de altas azúcares y contenido poco saludable jugaron un papel fundamental en el ser humano que somos ahora. 

Quizá puede sonar grandilocuente o hasta exagerado, incluso podría parecer que se trata de algo de lo que solo hay que reprochar. Sin embargo, para bien o para mal, también fue la televisión la que evolucionaría para convertirse en una pantalla y cambiar la imagen del niño sentado frente al televisor por una con el niño y adulto (nosotros ahora mismo) con el teléfono en nuestras manos y nuestra inevitable papada al scrollear de uno a otro contenido. 

De aplicación a aplicación, scrolleando entre uno u otro video, imagen o tuit. Se trata de lo mismo, pero simplificado a niveles que antes no hubiéramos imaginado, pero ahora solo no concebimos el mundo de otra forma.

Sube una foto, espera los likes, ¿no son suficientes? Agrega un hashtag, etiqueta a alguien, sube un video, ponle un filtro. Más y más alternativas, diferentes versiones de nosotros mismos. Nuestra narrativa ha cambiado, los métodos también, pero nosotros no. Seguimos buscando contenido que nos entretenga. No es suficiente con mirar imágenes o videos chistosos, queremos saber más. En plena era de la información queremos sentirnos inteligentes antes que informados.

Hace mucho que los videos e imágenes pasaron a segundo plano, la apuesta de nuestros días es la creación de contenido. Incluso marcas se han sabido posicionar de esta forma. El content manager se ha convertido en la llave del éxito del marketing. A partir del contenido es que diferentes productos se están colocando en el foco en el que querían estar. 

Las marcas lo saben, nosotros también, somos nuestra propia marca. ¿Quieres gustar? Encuentra tu target, tu talento (o gracia) y explotalo. Crea comunidad, no importa el número de seguidores (o no de la  manera en la que piensas, pues), sino que sean leales y se sientan en sociedad. Una visión inbound del marketing, tu empresa eres tú mismo. 

Por eso ahora te damos algunos consejos para que potencies tu contenido en tus redes sociales, ya sean Youtube, TikTok o instagram. 

Crea y responde a tu comunidad

Puedes basarte en las reglas de la metodología Inbound que propone Hubspot: atrae, interactúa y deleita. Es importante crear comunidad y responder a ella. Lo que hará auténtico tu contenido es que tengas definida a tu audiencia, no se trata de gustar a todos, sino de saber a quiénes puedes gustar y lograrlo. 

Responde comentarios, haz dinámicas con tus seguidores y escucha con atención toda crítica constructiva. 

Cuida los detalles

Haz que tu canal, cuenta o marca, se sienta personal. Es decir, para acercarte a la gente es mejor subir contenido con un personaje, ya seas tú o alguien que elijas para tu marca. Crea títulos atractivos que puedan interesar, que la calidad sea nítida y clara. 

Historias, emociones y cómo transmitirlas

Desarrolla tu creatividad e intenta darle un giro a la forma en la que explicas tu contenido. La idea no es solo explicar un concepto como si fueras un diccionario, sino hacerlo personal para conectar con los demás. 

La magia del storytelling es conectar con la gente a través de estas historias, las historias nos ayudan a ver las cosas de otra manera y hasta más empática.

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