En tiempos de confinamiento, el estrés es un enemigo invisible que puede rodearnos de muchas maneras. Sin embargo, ahora que salir a dar la vuelta no es la mejor opción para despejarnos, existen diversas alternativas para calmarlo. Desde la filosofía oriental, hasta las diferentes ramas de la psicología, han demostrado que la respiración nos ayuda a que nuestros pensamientos se disuelvan, mientras encontramos un espacio de paz y tranquilidad.
El objetivo principal de las diferentes técnicas que existen, es facilitar el control voluntario de la respiración y automatizar este control para que pueda ser mantenido hasta en las situaciones de mayor ansiedad o estrés.
Una vez que adquirimos los hábitos correctos de respiración. Aportamos a nuestro organismos el oxígeno necesario para que funcione de manera correcta y sin obstrucciones. Además, si la cantidad de aire que llega a los pulmones es insuficiente, la sangre no se purifica adecuadamente, por lo que entonces carga sustancias tóxicas. Es decir, cuando nuestra sangre no está bien oxigenada, nuestros estados de ánimo se ven alterados y así podemos caer en la ansiedad y hasta en la fatiga muscular.
Por tanto, más allá de controlar nuestra respiración de manera natural, los ejercicios de respiración también nos ayudan a mantener nuestro estado psicosomático en condiciones óptimas para enfrentarnos a los escenarios que sean.
Ahora aprende las tres técnicas para lograrlo.
Respiración diafragmática
Siéntate en una silla con la espalda recta y completamente apoyada en la silla, abre los hombros dirigiéndolos hacia atrás; con ambos pies apoyados completamente en el suelo.
Relaja el cuello inclinando un poco la cabeza hacia adelante. Por último, coloca una mano sobre el vientre y la otra sobre el pecho.
Ahora, empecemos a respirar:
- Toma aire por la nariz lenta y profundamente. Cuenta hasta tres llenando de aire los pulmones. La mano del vientre debe levantarse y la del pecho no debe moverse.
- Mantén el aire durante 3 segundos.
- Suelta el aire por la boca lentamente, contando hasta tres y que al abdomen vuelva a su posición natural.
- Repite de 6 a 10 respiraciones por minuto.
Respiración energizante
- Ponte de pie con la espalda recta.
- Realiza una inhalación larga y lenta (6 tiempos), expandiendo el diafragma.
- Exhala de forma rápida contrayendo el diafragma.
- Ambos por la nariz, realizar 10 veces.
Técnica 4-7-8
- Siéntate en flor de loto (si te es posible, de lo contrario en una silla o lugar cómodo), con la espalda recta mas no tensa y las manos sobre las rodillas.
- Mantén la boca cerrada, sin apretar los dientes y coloca la punta de la lengua detrás de los dientes de arriba.
- Inhala por la nariz en cuatro tiempos.
- Aguanta la respiración 7 segundos.
- Exhala por la nariz en ocho tiempos sacando todo el aire de los pulmones.
- Es importante que escuches el aire al exhalar.