Lover es el nuevo álbum de Taylor Swift, el séptimo en larga carrera musical, el primero con todos los derechos bajo su nombre. Taylor Swift tiene un estilo muy particular, un pop que roza el country todo el tiempo, y dulce como el bubblegum pop pide.

La carátula del álbum es muy representativa del pop dulzón que contienen los 18 tracks. Es simple, Taylor Swift está enmarcada en un cielo de colores pastel con un corazón hecho de diamantina en el ojo derecho, pero esto delimita perfectamente a la Taylor de antaño que prefiere las líricas, antes de un hook pegajoso (al menos en la mayoría de las canciones).

 

 

 

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look at God work y’all ???? my heart is SO full???? thank you for this, T. ????your soul is as brilliant as that sunset sky. ???? never in my wildest dreams did i dream this???? “You’re here to be light, bringing out the God-colors in the world.” Matthew 5:14????????

Una publicación compartida por Valheria Rocha???? (@valheria123) el 13 de Jun de 2019 a las 3:55 PDT

Aunque la mayor parte de su álbum se decanta en estos dulces colores, detalles brillantes, acordes simples, sintetizadores pastel y su voz dulce, algunas de las letras son crudas. La narrativa va variando, y aunque es uno de los álbumes más románticos de la oriunda de Pensilvania, también retoma temas como el sexismo, el cáncer, el estado de ánimo nacional y el pasado siempre presente.

Demostrando una vez más que el pop no sólo es banal, sino que puede ser una forma de expresar sus pesares.

Aunque los ritmos suenan un poco a lo que la Taylor de Fearless (2008) hubiera tocado encantada, las letras y los temas han madurado. Los treinta años que Swift cumplirá este año, no han pasado en vano, los ritmos adolescentes permanecen como su marca, no lo que quiere decir.

Si comparamos Lover con el álbum que lanzó hace dos años, Reputation, la declaración ha cambiado: El amor es mejor que la venganza. 

Muchos críticos asumieron que iba a perder el toque antes de Reputation (2017), ya que mantenía una relación estable y Swift tiene un estilo diarístico, lo que sucedió fue que una power couple (Kim Kardashian y Kanye West) le cayó encima, envalentonando a los haters que siempre ha tenido.  

Lo que resultó en el álbum que dejó atrás a la Swift con el eterno corazón roto, la adolescente, y aunque daba un poco de ternura su “maldad”, definitivamente marcó un parteaguas.

Posiblemente sin esta ruptura en su imagen mediática, no tendríamos el álbum más maduro de Swift. Desde el golpe de los West-Kardashian, Swift ha tenido más contratiempos que un corazón roto, los cuales ha dejado caer en sus letras, algunos tan fríos que son imposibles de no ver entre tanto dulzor.

En específico la canción “Soon You’ll Get Better”, la cual canta con las Dixie Chicks, un girl group de country, la cual relata la recaída que su madre sufrió a inicios de año desde que fue diagnosticada con cáncer. La misma Swift admite que le será muy complicado cantarla en público.

Definitivamente su álbum pop más impecable desde 1989 (2014), que contiene dentro de sí colaboraciones del tamaño de St. Vincent, quien participó como compositora en “Cruel Summer”. Pero aunque los productores y los compositores siempre acompañan a álbumes de este estilo, se puede sentir a Swift y los años que lleva haciendo esto.

No será un álbum que atraviese las listas de popularidad, pero definitivamente se llevará las palmas de los críticos, quienes ya lo han elogiado.