Quién puede escuchar esta canción y no recordar algún buen momento viendo a la familia disfuncional favorita de todos. Es indiscutible el legado y el poder en la cultura pop que ha creado Los Simpson en el mundo, al grado que muchas de las referencias, para los más jóvenes, nacen en este show animado antes que en el mundo real.
Esta mítica canción fue creada por Danny Elfman, quien se sigue sorprendiendo que la creación de Matt Groening haya durado tanto, pero que según “algo que escuchó” se acabaría este año.
Tal vez sólo escuchó rumores, o los típicos teléfonos descompuestos, tal vez sólo es algo que interpretó por su sorpresa de que después de 30 años de su composición, aún es visto por millones. Sea como sea, tan pronto como el señor Elfman soltó la bomba que dejó a todos los fans de la fiebre amarilla tiritando, uno de los productores, Al Jean, desmintió todo. Argumentando que ya estaban confirmadas dos temporadas más.
Y bueno, en eso nos habíamos quedado, tal vez fue por eso que todos nos asustamos o simplemente dijimos con resignación “está bien, ya era hora”. En febrero de este año, Fox confirmó dos temporadas más de Los Simpson, es decir, nuevos capítulos hasta 2021, tal vez solamente no le llegó el memo al señor Elfman.
Sea como sea, no, Los Simpson no se acaban, muy a pesar de todos los problemas que ha enfrentado con la tendencia de lo políticamente correcto. Por ejemplo, con el personaje de Apu, hubo mucha discusión sobre la representación estereotípica de un hindú, pero aquí la pregunta es, ¿no era ese el chiste?
Porque si algo ha hecho que la familia amarilla es burlarse de los estereotipos, al final el mayor gag que sigue funcionando conforme pasan los años, es la de una “familia blanca estadounidense”. Sí, conforme pasan los años le han otorgado a sus personajes más capas que la simple representación de estereotipos gringos, pero sin duda, el mayor chiste se encuentra en la sátira de todo lo que significa el Imperio.
Conforme han pasado los años y las temporadas, Los Simpson se han burlado de las características que vuelven a algunos famosos en estereotipos, por ejemplo, que Lady Gaga quiere que todos sean felices y se acepten a sí mismos, incluso tiene un sexto sentido que le indica cuando hay alguien que está sufriendo.
Claro que los tiempos han cambiado, y ciertas situaciones son molestas, pero incluso en sus episodios más “polémicos”, los escritores encuentran una forma de dar un plot-twist en el cual los personajes aprenden algo. Por ejemplo, el mítico episodio donde Homero es homofóbico con un hombre gay, que se parece a John Waters, y al final entiende que lo que hace está mal. Para un par de temporadas después, volverse el casamentero de todas las parejas gay de Springfield.
Sea como sea, también hay que estar conscientes de que es una caricatura de humor, no siempre el más blanco (recordemos el chiste de Patty y Selma en el que dicen “en esta ciudad hay más hombres patéticos que descabezados en México”), pero que pudiéramos reírnos de lo que significaba una familia disfuncional de blancos estadounidenses, con todos los invitados especiales, era el chiste de toda la serie.
Tristemente, en Disney + ya censuraron varios de estos episodios, a pesar de que muchos creen que Los Simpson sólo han ido en declive después de la temporada 8, justamente cuando eran más irreverentes y “no políticamente correctos”.
Tampoco es plan de que si no te ríes de alguien, ya no es comedia, pero también hay que entender que la esencia de Los Simpson, y de hecho lo que los ha hecho tan conocidos, es su multirreferencialidad en muchos niveles, y que nadie se salvaba, ni siquiera la cadena que los ha cobijado por 30 años.
Es cierto que Los Simpson han dejado de ser tan excelsos como habían sido, y que si continuamos viéndolos es por los buenos recuerdos, más que por lo que ahora nos dan, pero pues ya están confirmadas dos temporadas más, así que parece complicado despedirnos de la familia amarilla.