Ni la pandemia ha hecho que gran parte de la población se vuelva adicta a la limpieza, y para sorpresa de nadie, este tiempo en casa sólo ha impulsado la necesidad de millones de mantener en orden su casa, pero sin invertir ese tiempo. Por lo que los robots aspiradoras, se han vuelto una tendencia.

Por ello, y para sorpresa de los geeks, ya está en el mercado uno de estos amigables y silenciosos robots, que es el futuro de su especie.

El Roborock promete barrer, trapear y limpiarse a sí mismo.

Esta cúspide de la limpieza a prueba de las personas sin un ápice de tiempo, llega con un sistema de aspirado que cuenta con una potencia máxima de succión de 5100 Pa. Para compararlo, el modelo anterior de Roborock, el S6 MaxV, tan solo tenía 2500 Pa, por lo que este nuevo le duplica en potencia.

En la práctica, ese aumento de potencia hace que sea más sencillo desincrustar los restos de polvo o de suciedad de casi todas las superficies, aunque donde más se nota es en las alfombras.

Tal vez lo más sorprendente, es que no sólo tiene un sensor de mapeado con base en prueba y error, es decir, chocar contra un objeto y regresar, sino que este modelo tiene un sistema de mapeado y navegación, compuesto por un sistema LiDAR, una cámara RGB y otra cámara de “exploración 3D de luz estructurada”. 

Todas estas cámaras y sensores se combinan con una serie de algoritmos de machine learning que hacen que el robot sea un verdadero experto a la hora de evitar obstáculos y encontrar la suciedad escondida.

Lo más asombroso es que el robot no actúa por igual con todos los objetos que se encuentra por el camino. Sabe, por ejemplo, que no pasa nada por acercarse de más a unas zapatillas que te has dejado tiradas por el suelo, pero evitará a toda costa el cable de un cargador o aquel accidente que haya podido dejar tu perro.

Todo esto aparecerá marcado en la app y podrás pedirle que saque foto de ellos.

Otro de los grandes argumentos a favor del S7 MaxV Ultra es su sofisticada base de carga y vaciado. La base está divida en dos partes. En la de arriba, nos encontramos con tres compartimentos. Uno en el que colocamos el agua limpia con la que se recarga automáticamente el depósito de agua del robot, otro en el que va el agua sucia y un tercero en el que se almacena el polvo aspirado. 

Tendrás que rellenar el depósito de agua limpia cada 5 o 6 usos y podrán pasar varias semanas hasta que te toque vaciar el contenedor del polvo.

Uno de los grandes avances dentro de la tecnología actual es el avance de los robots y cómo cada día aprenden más sobre su entorno. Y aunque pueda dar miedo a futuro, sin duda, tener algo que de menos limpie por ti, vale la pena el riesgo.

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