Los grandes olvidados de la Academia

Entretenimiento Calendario 07 feb 2020 Iván González

Los premios Óscar que otorga la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos pueden llegar a ser polémicos pues, a diferencia de otros galardones, en estos a veces se perciben ciertos detalles que enturbian el reconocimiento. Podría ser el posible impacto en su consumo masivo y cómo el premio podría favorecerlo o perjudicarlo, o el interés ideológico en los valores del discurso dominante que, si pensamos en los llamados “imperios”, los estadounidenses practican a la perfección. En fin, no buscamos generar polémica, pero año tras año se comenta mucho sobre las películas que no merecían ser nominadas a los Óscar, otras que quedaron fuera de la contienda, los olvidados (sin referirse a la cinta de 1950 de Luis Buñuel). Esto puede sonar un tanto paranoico; sin embargo, la historia misma del Óscar ofrece algunos ejemplos que pueden apoyar dicha suposición. 

A continuación, compartimos una pequeña lista de aquellas cintas que no ganaron la estatuilla dorada, pero que la historia encumbró como inolvidables.    

Iniciamos con la ganadora del año 2003. Sí, un musical en pleno siglo XXI, nos referimos a Chicago a cargo del director Rob Marshall, que le quitó el puesto de Mejor Película a The Pianist, de Roman Polanski. Esta última cinta nos sitúa en el año 1939, durante la Segunda Guerra Mundial en Polonia donde gobernaba Hitler y aniquilaban de forma muy cruel a judíos, demás minorías y opositores en los “campos de concentración”, mientras quienes escapaban eran asesinados a sangre fría. Esta película tiene rasgos similares a La vida es bella (Roberto Benigni) o La lista de Schindler (Steven Spielberg), pero con una visión poco romantizada.  

Ahora nos situamos al año de 1990 con Danza con Lobos, de Kevin Costner, la cual consiguió una gran hazaña: ganar 7 premios Óscar incluido el de Mejor Película. La cinta destacó por su investigación histórica, reinventando los westerns que solamente se enfocaban en mostrar la parte heroica de los personajes y mostraban desprecio hacia los nativos americanos. Danza con Lobos cambió la percepción que se tenía del género y recordó westerns revisionistas como los de los años 70. En lo personal(y para cientos, miles, millones) la cinta Goodfellas de Martin Scorsese se convirtió en el campeón sin corona. En Goodfellas hay una maestría narrativa iniguaable y una sensación de peligro constante, los personajes son mezquinos y sanguinarios, no obstamnte también son humanos y tienen límites gregarios, familiares y sociales. Pero habla del éxito y nos horroriza en su oscuridad. Es un viaje sin cinturón de seguridad. Si bien El Padrino (Francis Ford Coppola, 1972) es la gran película sobre la mafia, la exploración intimista (y menos glamorosa) que hace Martin Scorsese es al final más excitante y poderosa. 

En el tercer puesto de nuestro conteo tenemos a Stanley Kubrick, pues antes que George Lucas explorara galaxias lejanas, Kubrick ya había surcado el espacio con 2001: A Space Odyssey (1968). Es por mucho una de las películas más influyentes en cuanto a ciencia ficción, al grado que hoy día su imaginario visual sigue vigente. Sus imágenes del espacio fueron tan obsesivamente cuidadas y exactas científicamente, pero, ¿contra quién perdió? Contra Oliver de Carol Reed. No diremos más. 

Y si mencionamos a Kubrick y su 2001: A Space Odyssey tenemos que hablar de Star Wars: episode IV, el inicio del imperio de George Lucas. La cinta que generó toda una subcultura que perdura hasta nuestros días. Bueno esta batalla se perdió frente a Woody Allen en una de sus mejores películas: Annie Hall. Ojo, este largometraje es un gran trabajo, pero en términos de influencia cultural creemos que, Star Wars es imbatible. 

Finalizamos con una clásica de todos los tiempos. El Ciudadano Kane, dirigida por Orson Welles a la corta edad de 25 años, esta película continúa liderando casi todas las listas de las mejores películas hechas por la crítica y el público (durante 50 años conservó el primer lugar en la lista de la revista Sight & Sound hasta que fue desplazada al segundo lugar por Vértigo de Alfred Hitchcock). Perdió frente a How Green was my Valley de John Ford ¿Alguien recuerda a la ganadora? 

Aunque no se llevó el Óscar a la Mejor Película de 1942, la película es una muestra de la libertad creativa del director: Welles empleó varias técnicas de películas expresionistas y las mejoró, en la narrativa, el manejo de la cámara al ras del suelo, la continuidad del sonido y las fantásticas secuencias de montaje, algunas de las mejores instancias del cine como lo conocíamos. 

En mención honorifica está Christopher Nolan a quien le han negado en varias ocasiones el premio, pero Memento llama la atención como uno de los asaltos más sorprendentes en 2002. Una película que enfatiza la totalidad del recuerdo sin resultar pretenciosa, pero aun así es increíblemente sorprendente. La imagen, que parte de una Polaroid y se abre hacia distintos tiempos y posibilidades, en lugar de evolucionar, es uno de los mayores ganchos de la película.  

Ahora solo nos queda desearte que disfrutes de la gala número 92 de los Premios de la Academia este próximo domingo 9 de febrero, día en el que el Teatro Dolby de Los Ángeles se vestirá de gala para recibir a actores, productores, directores y demás miembros de la industria, quienes se darán cita para ser parte de esta gran noche dorada de Hollywood.  

Foto portada: stock.adobe

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