En México el tema más concurrido por todos los artistas es simple y sencillamente México. Nuestro país, vasto, contradictorio y lleno de historias, es el tema que los mexicanos toman para crear, por ello es que no concebimos una obra “mexicana” que hable de otro lugar o de otro espacio que no sea este gran país.
Un hecho que aunque se ha tratado de cambiar lo hemos heredado de los literatos del siglo pasado, y al regresar a ellos es simplemente imposible no querer recuperar un poco de la maestría narrativa con la que crearon los clásicos de nuestra literatura.
Lo más terrorífico, y a la vez fascinante, es que estos clásicos siguen siendo actuales, como si algo en el núcleo de nuestro país no ha cambiado, así como el gobierno y las raíces profundas que aún encontramos cada que vamos a hacer un trámite.
Sin duda regresar a los clásicos mexicanos puede ser uno de los propósitos de lectura en cuarentena, es una manera en la que podemos reconocernos como mexicanos y conocernos un poco más.
Así pues, Vicente Leñero es uno de los escritores obligados si queremos leer nuestros clásicos contemporáneos. Ingeniero civil de profesión, con una pluma que va de la crónica, al periodismo y la novela negra, Leñero nos presenta un México oscuro, en el que sus personajes viven sus propias desgracias.
Su literatura está articulada con una maestría como pocas, donde se cuenta una historia pero en realidad se está retratando una realidad completa. Siempre hay más de lo que se dice a simple vista.
Una buena forma de introducirnos a su literatura es con Los albañiles, la primera obra de un mexicano que obtuvo el Premio Biblioteca Breve en 1963, que otorga desde 1958 la editorial española Seix Barral.
A lo largo de sus 250 páginas, la novela trata sobre el asesinato del velador de un edificio en construcción. Todos sus compañeros son sospechosos, ya que cada uno tiene motivos para matarlo. El autor centra la trama en el crimen y en el descubrimiento metódico y gradual del culpable.
Gracias a la madera dramatúrgica de Leñero, esta novela ha sido adaptada a teatro y a cine, con esta última bajo el lente de Jorge Fons, la cual fue galardonada con el Oso de plata en la Berlinale.
Sin duda, Los albañiles es una novela que se debe leer, un clásico que muestra a un México no tan lejano, así como una clase magistral de cómo construir una novela desde los cimientos.
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