Muy pocas veces reparamos en el detalle de que nuestras brochas de maquillaje no estarán para siempre limpias, y cuando ya las notamos demasiado sucias pensamos que lo mejor es tirarlas a la basura. Sin embargo, esta no es la mejor decisión, pues las brochas de maquillaje tienen más vida de lo que crees. El que estén sucias no significa que ya no sirvan, sólo necesitas darles una lavada y listo, te ahorrarás en compras que de momento no son necesarias. 

Quizá pensar en tener que limpiar tus brochas de maquillaje te remita a un trabajo bastante elaborado, pero la mejor parte de todo esto es que no es así. Es más fácil de lo que crees y puedes hacer sin tener que salir de casa, porque muy seguramente ya tendrás todo lo que necesitas para limpiarlas: tiempo, jabón y mucha paciencia, ok, quizá no demasiada, tampoco te asustes. 

Remoja con agua tibia o fría

En este primer paso debes prestar mucha atención, pues más allá de que parece ser el más sencillo, simplemente no debes descuidar lo que haces. La temperatura para que hagas esto no es una exacta, pero sí ten mucho cuidado en que no sea agua muy caliente, porque esto puede hacer que el pegamento que sujeta las cerdas empiece a derretirse y todo salga mal. Por eso debes procurar mojarlas, evitando que el agua llegue al mango. 

Usa jabón

Después de que esperaste unos tres minutos para que se remojara, es momento de llenarla de jabón. Con jabón de barra (preferentemente un Zote), coloca un poco sobre el recipiente en donde tengas la brocha y presiona con movimientos circulares, para que este llegue a todas las cerdas de la brocha. En este paso, podrás observar cómo se esparcen los restos de maquillaje sostenidos en la brocha. Repite este paso hasta que sientas que el maquillaje se ha salido en su totalidad, o en su mayoría. 

Ponles acondicionador

Para que la textura de las fibras no pierdan su suavidad original, lo mejor será que las trates con acondicionador después de limpiarlas. Una vez hecho el paso anterior, coloca la brocha en un recipiente con acondicionador para cabello, déjala reposar de cinco a diez minutos y enjuaga. En todos los pasos, es fundamental que enjuagues a la perfección para que no queden residuos de jabón o acondicionador. 

Por último, a secar

Ya que hayas terminado los pasos anteriores, es momento de que dejes secar la brocha. Para hacerlo, es recomendable que la dejes sobre una toalla de forma horizontal. Y listo, tus brochas quedarán como nuevas, sin tener que gastar en otras. 

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