La literatura juvenil se ha convertido en un extenso territorio lleno de posibilidades, en donde desde siempre se ha inculcado el doble juego entre la enseñanza y el entretenimiento. Sin embargo, se diferencia entre el punto medular de las fábulas: la moraleja, pues la literatura en general ha servido como puente de reconciliación entre la realidad y el entendimiento de ella.
El arte es el territorio en donde las más mezquinas y perversas acciones del ser humano se enfrentan ante las posibilidades de albergar en nuestro propio interior, como también la bondad y los ápices de luz que iluminan el mundo. Por eso es que la honestidad es el principal motor de cada obra descrita en la literatura, pues sólo de esta manera el lector consigue mediar con la realidad a través de un campo de ficción.
La literatura juvenil desenreda posibilidades desde una mirada madura, para un lector mucho más ingenuo y con mucha menos información del mundo. Como todo en la vida, uno necesita escalar para llegar a la cima y descubrir más cosas, así pasa con las narrativas en las que la literatura juvenil (en todos sus géneros) se desarrolla, hilando niveles de comprensión y acercamiento ante una realidad en sus diversos contextos.
Asimismo, cuando pensamos en literatura juvenil o infantil, inmediatamente nuestra memoria se ve atraída por aquellas YA novels (Best Young Adult Books), para ejemplificar pensemos en el famoso título de Bajo la misma estrella, en donde se busca entender a la muerte desde una historia de amor juvenil en la que la inocencia desborda en los protagonistas. Lo mismo con la saga de vampiros de la que todos ya tenemos idea, o incluso la de los magos más entrañables de nuestra generación.
Sin embargo, la literatura infantil y juvenil tiene muchas más posibilidades, en donde la ilustración toma un papel importante para el acercamiento con el lector. Además, es importante aclarar que en este sentido, muchas veces se puede llegar a confundir un libro ilustrado con un libro infantil, pues no necesariamente un libro con dibujos significa que tenga contenido apropiado para los más jóvenes y pequeños de una familia.
Por eso ahora te recomendamos autores y títulos de libros infantiles con temáticas adultas, que no pierden de vista la inocencia del lector.
El árbol rojo, de Shaun Tan
En general, todo lo que escribe y dibuja Shaun Tan es ampliamente recomendado. Por ahora hablaremos del Árbol rojo, en el que a través de una narrativa experimental, que se convierte en una meramente poética tanto en sentido narrativo, como en su estética visual, Tan explora los sentimientos y emociones de una niña con depresión.
Este libro inspira a una reconciliación con el alma y el ruido que puede ocasionar el mundo. Todo representado con monstruos, tormentas de luz, soledad y demás seres misteriosos, Shaun Tan describe un mundo en el que cualquier niño como adulto puede identificarse.
Asimismo, Shaun Tan tiene más títulos recomendados para niños, en donde las historias exploran temas como la amistad en Las reglas del verano, o también temas como la morriña en el libro Eric.
Lunática, de Martha Riva Palacio e ilustraciones de Merce López
Se trata del libro ganador del Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños 2014, en el que a través de la poesía y la ilustración descubrimos a una niña que por “culpa de un lengüetazo de luna, una niña se convierte en niña-loba. Todos sus días son días de lobos”.
Por otra parte, esta misma autora tiene un título igualmente recomendable. Se trata de Kitsunebi, fuego del zorro, con ilustraciones de Sólin Sekkur. También se trata de un libro ganador, pero en esta ocasión fue galardonado por el Premio Fundación Cuatrogatos del año pasado.
“Siete antiguas historias populares del Japón, recreadas a través de un exquisito ejercicio narrativo y rematadas por sugestivos haikus. Viaje al Reino del Crisantemo, a sus territorios del ensueño y de la magia, a través de una rica mirada poética que se inspira en palabras e imágenes de artistas como Basho, Hokusai, Lafcadio Hearn y Kenji Mizoguchi. Las ilustraciones aportan misterio e inquietantes juegos de luces y sombras. Bosques, templos, espejos mágicos, jóvenes guerreras, damas fantasma, monjes y samuráis: un universo brumoso y cautivante, de atractivas resonancias, atisbado desde la distancia del tiempo y de la geografía”.
El secreto, de Daniel Nesquens, ilustraciones de Miren Asiain Lora
Se trata de una bella fábula que retrata a la libertad como la “necesidad primaria para todas las criaturas del universo, sobre la importancia de la amistad y la posibilidad de hacer realidad los sueños a pesar de difíciles obstáculos que puedan presentarse”.
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