Si existe una figura esencial para definir el sonido del rock mexicano en el siglo XXI, esa sería la de León Larregui; músico, compositor y cantante que, a fuerza de talento, convirtió su carrera solista en punto de referencia para las nuevas generaciones.
No obstante, los alcances creativos de León, aún le quedaba una cuenta pendiente: entregarse a los caminos de la producción musical, misma que ha quedado saldada con su más reciente obra, Prismarama, un álbum hecho prácticamente en su totalidad por el propio Larregui, en un desplegado más de sus habilidades musicales.
“Fue un reto completamente nuevo”, señala el artista, “que no hubiera sido posible sin la ayuda de mi pareja. Marga me ha acompañado en el proceso de varios discos y siempre me decía que notaba cómo cambiaba mi sonido cuando pasaban por las manos de alguien más, así que me sugirió que esta vez me encargara de todo”.
Y continúa: “comencé la aventura tratando de que mis demos terminaran como canciones del álbum, sin que nadie hiciera arreglos o las quisiera reinterpretar. Tachado ese punto en la lista, llamé a mis amigos productores para que me dijeran qué pensaban: necesitaba su opinión para impulsarme o destruirme. Por fortuna, su crítica fue positiva y seguí el proceso, cuyo resultado es el disco más íntimo de mi carrera”.
Así llegamos a Prismarama, una larga duración que recorre varios pasajes sonoros, como el synth-rock de “Su majestad la eternidad”, la suavidad acústica de “Holidays” (con letra en inglés y español) o el poder e intensidad del tema “Incendio de Amor/Carmelita”, que acompañan el lanzamiento de esta obra. En resumen: estamos ante un disco que no teme explorar distintas melodías, géneros e influencias con tal de entregar canciones de inspiración mayúscula.
Información: UMusic
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