En el mes del amor no siempre se vive en carne propia, sino de disfrutar de las diversas interpretaciones de los artistas. Desde canciones, pasando por libros y terminando en películas, hay muchas maneras de conocer amores dispares, distantes y diferentes a lo que hemos vivido.

Por ello, hablemos de las mejores películas de amor que nos dejó el año pasado, perfectas para disfrutar este febrero.

Cyrano, de Joe Wright

La historia de amor de Cyrano de Bergerac no es nueva, pero se siente fresca en esta adaptación a través de canciones originales, escritas por la banda The National. Peter Dinklage ofrece la mejor actuación de su carrera como el personaje principal, acompañado de Kelvin Harrison Jr. y Haley Bennett.

Decision to Leave, de Chan-Wook Park

Esta es una película para personas a las que les gusta que sus romances estén envueltos en peligro y misterio. 

La película de estilo noir del director Park Chan-wook, quien ganó el premio al Mejor Director en el Festival de Cine de Cannes, sigue a un detective que investiga un asesinato, sólo para enamorarse de la principal sospechoso. Tiene que averiguar si ella es tan inocente como dice, o si todo es parte de su estratagema.

Lady Chatterley's Lover, de Laure de Clermont-Tonnerre

Esta película está basada en la novela bastante polémica de DH Lawrence, y está a la altura de su material original en intensidad. 

Sigue la vida de Constance Reid, una esposa aristocrática cuyos ojos se encantan con el guardabosques de su propiedad cuando su esposo regresa de la guerra paralizado de cintura para abajo. Su aventura cambiaría las normas sociales de varias maneras.

Three Thousand Years of Longing, de George Miller

Alithea (Tilda Swinton), una "narratóloga", regresa de comprar en un bazar en Estambul y descubre que una de sus compras contiene un espíritu Djinn, interpretado por Idris Elba. 

Siendo alguien que estudia historias, se resiste a pedir un deseo ya que sabe cómo terminan a menudo esos cuentos, por lo que Djinn le cuenta todos los deseos que ha tratado de conceder en los últimos tres siglos. La película es sorprendentemente dulce, especialmente considerando que es de George Miller, el director de Mad Max: Fury Road.

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