Pensar en la saudade como sustancia de una poética, es pensar, casi de inmediato, en el poeta portugués Fernando Pessoa, quien un día como hoy pero de 1888 aterrizó en el mundo de lo tangible para después convertirse en uno de los escritores más importantes de nuestra época. 

Para ser precisos, fueron Alberto Caeiro, Álvaro de Campos, Bernardo Soares, Ricardo Reis y más voces las que a partir de entonces comenzaron a llegar a la mente del escritor. En realidad, construyó alrededor de 70 heterónimos, siendo algunos mujeres. Sin embargo, los más destacados en la historia de la literatura aparecieron en 1914 cuando el poeta tenía 26 años. 

Cada uno de sus heterónimos contaban con una vida propia, ya que Pessoa le desarrolló una historia a cada uno, al igual que una poética distinta. En este sentido, la despersonalización de Pessoa llegó a tanto que su obra atraviesa el camino hacia la otredad, en donde desde la metafísica indaga en los aspectos filosóficos, espirituales y ontológicos sobre la vida misma.

Asimismo, también se convirtió en un hito importante para la literatura de su momento, ya que inició las corrientes literarias como el paulismo, sensacionalismo e interseccionismo, con los que contrapuso su propia teoría poética, como la de su momento. 

Sin duda, pensar en Pessoa es asumir la saudade de una nostalgia no vivida, pero recordada. Algo como la biles melancólica, pero en materia poética y filosófica. 

Por otra parte, los estudios sobre Fernando Pessoa (1888-1935) tuvieron lugar tras su muerte, en la primera mitad del siglo pasado. La mayor parte de los análisis que se han hecho sobre su trabajo tratan, principalmente, sobre la heteronimia y el peso de su genialidad en la despersonalización de su voz literaria. Asimismo, el concepto de identidad destaca notablemente. 

Al haber vivido el incuestionable impacto tanto social como anímico que dejó la I Guerra Mundial, no podemos descartar el acontecimiento y su influencia sobre su obra, sobre todo en la parte poética. 

Es deudora de la hostilidad en la que la humanidad se enfrentó a sí misma, desmembrando dudas primordiales ya existentes desde los albores de los tiempos, hasta la nueva percepción del mundo a través de los estragos de la guerra. De esta manera Pessoa cultivó importantes cuestionamientos teóricos y críticos sobre el ser humano moderno.

No hay mejor manera de conmemorar a un escritor, que leyendo su obra. Es por eso que ahora te recomendamos dos libros de Pessoa que se distinguen dentro de toda su obra poética. 

Libro del desasosiego

Se trata de una de las obras pilares del escritor, en donde encontramos una voz cansada y angustiada del mundo, en donde los cuestionamientos sobre el ser y la vida deambulan en la soledad de las calles de Lisboa. 

Este libro “responde a la inquisición ferozmente subjetiva e individualista que Fernando Pessoa ejerció sobre su propia persona”. 

El banquero anarquista

El gusto por el relato policiaco del poeta, destaca dentro de toda su obra. En este libro es un claro ejemplo de esta faceta del escritor. Además, este libro fue escrito en inglés y firmado con el nombre de Alexander Search, uno de los más antiguos heterónimos del autor. 

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