Siempre es buen momento para saber de la vida, pero sobre todo de la muerte. De la vida porque en este libro se desentraña cómo vivió Elisabeth Kübler-Ross, la mujer que creó las bases de la tanatología.

En propia voz narra desde su nacimiento hasta cómo comprendió que los seres humanos necesitaban aprender a dejar de sufrir y superar la muerte, con el simple hecho de ser escuchados, comprendidos y a través del amor, ayudarlos a dejar este mundo.

“Lo único que a mi juicio sana verdaderamente es el amor incondicional”, dice, y además apunta: “La muerte forma parte de la vida… si no se tiene una buena vida, incluso en los momentos finales, no se puede tener una buena muerte”.

Psiquiatra, escritora y conferencista, la autora nació en Suiza, pesando tan sólo 900 gramos, pues su madre tuvo trillizas, así que desde recién nacida tuvo que quedarse en un hospital para sobrevivir.

Su juventud y tozudez la llevaron a estudiar medicina, su padre no la apoyó pues quería que se hiciera cargo del negocio familiar, pero ella se empeñó en estudiar cómo podía ayudar a otras personas, en ese ideal de servicio que siempre la caracterizó.

Como voluntaria atendió heridos en diferentes situaciones que atravesaba en aquel entonces Europa, como la Segunda Guerra Mundial. Después contrajo nupcias con un joven médico estadounidense, trasladándose a Estados Unidos donde finalmente llevó a cabo sus investigaciones sobre la muerte y los moribundos, título de su primer libro.

Sorteando diversos acontecimientos que atacaban su propia vida, incendiaron su casa, su contribución a la ciencia no fue bien recibida por médicos y sociedad, ya que trataba un tema tabú: la muerte. La llamaban la Dra. de la muerte. 

Entonces se puede entender que la Rueda de la vida, es un libro que fusiona de alguna manera la biografía personal de una extraordinaria mujer y su vocación profesional, donde el principal mensaje es que se puede aceptar y reconocer la muerte como una parte natural de la existencia humana, que es importante despedirse de los seres queridos y sobre todo que el acompañamiento amoroso para los pacientes es fundamental.

Es un libro conmovedor, ameno y útil, bien estructurado, de fácil comprensión y que no quieres dejar de leer hasta el final.

Editorial Vergara 2017.

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