Conforme la tecnología avanza en el mundo, algún catastrofista anuncia la extinción de las antiguas formas de comunicación, desde la televisión, el cine, la radio y el teatro, todos ellos sucumbirán ante las masas de juventudes adictas a sus teléfonos móviles.
Claro que la extinción, si es que hay tal, será progresiva y muchas personas no lo verán; tal vez como le ocurrió a otras formas de comunicación y entretenimiento, como el telégrafo.
Pero es interesante que en realidad muchas radiodifusoras han experimentado una sinergia con los servicios de streaming, más que una sustitución, aunque esto último sea buscado por estas plataformas.
Por ejemplo, la plataforma de streaming más conocida en México espera que el 20% de todo lo que se escuche en su servicio no sea música.
Lo que podría poner en jaque total a las radiodifusoras, que ahora no sólo deben de competir contra el acervo de millones de canciones a la distancia de unos clicks, sino hacerlo contra podcasts, los programas de radio del futuro.
En primera instancia podríamos ver a las radiodifusoras y a las empresas de streaming como una competencia directa en el mercado, pero en realidad qué tanto es así.
Simplemente pensemos en que tenemos toda la información que deseemos con tan solo teclear en un motor de búsqueda, pero si no sabemos buscar o qué queremos buscar, es muy simple que sólo lo dejemos.
De igual manera con las series y películas casi infinitas de las plataformas de streaming, existen tantas opciones que es fácil abrumarse y buscar artículos que nos guíen o recomendaciones de cualquier tipo.
Lo mismo sucede con las plataformas de streaming musical, existen millones de ofertas musicales y de podcast, lo que puede hacer que los usuarios se abrumen, al punto de escuchar lo mismo una y otra vez.
Aunque hay algunas ayudas con playlists creadas por la empresa detrás, no es lo mismo que tener un tipo de curaduría detrás, que nos ayude a conocer nueva música o clásicos de siempre.
En este sentido, según Bridge Ratings, lo que ha pasado con la radio y el streaming es más una relación simbiótica que una depredación; todo debido al arma secreta de la radio, la curaduría.
Este estudio revela que el 84% de los encuestados escuchó una estación de radio musical durante la semana de la encuesta; mientras que el 71% escuchó un servicio bajo demanda.
Todo debido a que en la radio pueden descubrir canciones recién lanzadas o canciones más antiguas nunca antes escuchadas; además que la radio, muchas de las veces, no sólo presenta música sin ningún tipo de comentario para amenizar el programa, por lo que dan una recomendación completa.
De igual manera, al escuchar una estación de radio dedicada a reproducir música, es más que posible que encontremos la música que está en tendencia, pero también música que ha sido cuidadosamente escogida por expertos.
En este sentido, parece que la radio y el streaming podría llegar a una sinergia particular, en la que es posible que la radio baje su rating, pero seguirá siendo el lugar donde las personas obtengan recomendaciones y pueda agregarlas a sus playlists.
De igual manera, gracias a la facilidad con la que la radio se puede distribuir, muchos programas de radio se han vuelto multiplataforma, y no sólo puedes escucharlo en una radio, sino en cualquier lugar desde internet. Una gran ventaja y que se ha vuelto la regla para no perder escuchas; según The Guardian, a finales de 2018 había 453 estaciones digitales, frente a las 192 de 2010.
Al final, todo dependerá de los escuchas y sus comportamientos frente a sus preferencias para encontrar nueva música, o sentirse informado o acompañado con la radio en vivo, una característica que adolecen los podcasts.
Tal vez sólo el futuro de la radio será mutar a una plataforma híbrida, tal vez siempre habrá alguien deseoso de sintonizar su estación favorita y pasar un rato agradable.
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