La OFUNAM estrenará Anti heroica, de Rodrigo Valdez

Celebridades Calendario 09 mar 2020 Redacción
En 1817, cuando Beethoven ya había compuesto ocho de sus nueve sinfonías, el poeta Christophe Kuffner le preguntó al compositor cuál era su Sinfonía preferida. Sin dudarlo, el de Bonn contestó: la Heroica.
 
La Sinfonía 3, rebautizada por su autor como Heroica, es también la tercera que interpretará la Orquesta Filarmónica de la UNAM (OFUNAM) para conmemorar los 250 años del nacimiento de Ludwig Van Beethoven. Bajo la dirección del maestro.
 
Massimo Quarta, su director artístico, la OFUNAM ejecutará la majestuosa partitura dentro del programa 5 de su primera temporada 2020, que se llevará a cabo el próximo sábado 21 de marzo, a las 19 horas en la Sala Nezahualcóyotl, y se repetirá el domingo 22, a las 12 horas, en el mismo recinto.
 
La Heroica será la tercera de las nueve sinfonías de Beethoven que la OFUNAM tocará a lo largo del 2020. Como parte del festejo sonoro, la orquesta hará el estreno mundial de Anti Heroica, obra del compositor mexicano Rodrigo Valdez Hermoso, comisionada por CulturaUNAM para acompañar a la Sinfonía 3.
 
El pasado 8 de febrero fue estrenada Lord Have Mercy on the 21st Century, de Cristina García, basada en la Sinfonía 5; y el próximo 14 de marzo se llevará a cabo el estreno de Albor, de Francisco Cortés, inspirada en la Sinfonía 1.
 
No jugar a ser Beethoven
 
Rodrigo Valdez Hermoso es maestro en Composición y Cultura Musical por el London College of Music, University of West London (Reino Unido); así como maestro en Teoría de la Música, con honores, por el Victoria College of Music And Drama, London (Reino Unido). Bajo la tutoría de Ma. Antonieta Lozano y Víctor Rasgado, estudió la licenciatura en composición en el Centro de Investigación y Estudios de la Música, institución en la que es titular de la catedra de composición.
 
En entrevista, asegura que la Sinfonía 3 es revolucionaria en varios aspectos como el que por primera vez en la historia un tema quedó a cargo de los instrumentos de aliento, cuando era una convención que lo tuvieran las cuerdas. Otro aspecto renovador es que en el primer movimiento de la Sinfonía, Beethoven dispone de tres temas.
 
“Es muy importante el hecho de no jugar a ser Beethoven para enfrentar esta comisión. Quise concentrarme en esa sensación de dolor, en esa angustia que debió haberle provocado que la persona que tanto admiraba porque enaltecía los ideales en lo que él creía (Napoleón Bonaparte) se autoproclame emperador de Francia al término de la Revolución.”
 
El título de la obra de Valdez responde a varios motivos: en primera instancia alude a la transformación de Napoleón: de héroe de Beethoven a anti héroe; en otro nivel de lectura, la pieza no alude al heroísmo, es una reflexión profunda sobre la condición humana.
 
“Como seres humanos no debemos estar esperando a que un caudillo venga a salvarnos. Cada quien tiene que hacer su trabajo desde su trinchera para seguir progresando como sociedad”, acota.
 
Una sinfonía controvertida
 
Ferdinand Ries, amigo y alumno de Beethoven, narra que hacia 1804, sobre el escritorio del compositor, estaba una partitura en cuya carátula se leía, en la parte superior, el nombre: Bonaparte; y en la parte inferior: Luigi (en italiano) van Beethoven.
 
La obra habría sido iniciada hacia 1802, época en que Napoleón Bonaparte era primer cónsul. La admiración de Beethoven por el general francés terminó abruptamente en mayo de 1804, cuando Bonaparte se nombró Emperador.
 
Ries asegura que en cuanto Beethoven se enteró, se encolerizó y gritó: “¡No es más que un hombre vulgar! Ahora va a pisotear todos los derechos humanos, no obedecerá más que a su ambición; ¡querrá elevarse por encima de los demás, y se convertirá en un tirano!” Dicho lo anterior, rompió la primera página de su obra y le puso el título por el que se le conoce en la actualidad: Sinfonía Eroïca.
 
La Sinfonía se publicó en 1806 con el título: “Sinfonía grande –Heroica—para festejar el recuerdo de un gran hombre”. Estaba dedicada a su amigo y mecenas el príncipe Lobkowitz.
 
Una respuesta desde el siglo XXI
 
El padre de Rodrigo Valdez, Mitl Valdez, es director de cine y melómano. El compositor recuerda cómo su padre lo sentaba a escuchar discos y a identificar los instrumentos.
 
“Beethoven me acompaña desde mi infancia, aunque toma una relevancia distinta cuando ya estudias composición porque las sinfonías de Beethoven son referencia absoluta del desarrollo de la música, sobre todo en la transición del clásico al romántico.”
 
Rodrigo comenzó tocando la guitarra eléctrica. Se inscribió en el Estudio de Arte Guitarrístico del maestro Manuel López Ramos. Luego entró al Centro de Investigación y Estudios de la Música, en donde actualmente da la clase de composición.
 
“Yo era rockero. Casi todos comenzamos por el rock. De repente algo hace clic en el pensamiento y me fui por la composición clásica. Mucha gente desconoce que los compositores vivos hacen música sinfónica. Eso me lo enseñó en la adolescencia Phillip Glass. No es difícil dejar de ser rockero cuando tienes a tu disposición toda esta dotación de instrumentos.”
 
Si bien acepta que el rock no es un género tan refinado en lo que toca a la instrumentación y la armonía, Valdez encuentra un nexo entre el rock y la música sinfónica en el terreno emocional.
 
“La Quinta Sinfonía de Beethoven te atrapa desde el primer momento y esa emoción es la que los músicos de rock están buscando: que una pequeña pieza musical de tres o cuatro minutos inmediatamente te enganche.”

Información e imagen, cortesía de Departamento de Prensa de Cultura UNAM.

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