Si antes era común que las personas sufrieran de insomnio (la vida ya era difícil de por sí), ahora con una pandemia a cuestas, las variantes, sumadas a todo lo demás, han vuelto cada vez más complicado conciliar el sueño.
Y no es como tal que el sueño “no llegue” sino que el cerebro al encontrarse en silencio, a oscuras, claro que encuentra el mejor momento para preocuparse y generar ansiedad por aquello que sucederá mañana.
Si eres de los que, incluso antes de la pandemia, no podía dormir bien al menos una vez a la semana (o más), tal vez este sea el método que necesitabas: el shuffle cognitivo.
Este método busca animar al cerebro a estar en calma para entrar a las horas de sueño. Y es que los investigadores del sueño han descubierto que, cuando las personas se quedan dormidas, “a menudo experimentan imágenes visuales y ‘microsueños’ que pueden ayudarles a conciliar el sueño", explica Luc Beaudoin, el científico cognitivo que está detrás de esta técnica.
Y como parece bastante obvio, "seguir pensando en modo verbal, analítico y de resolución de problemas puede retrasar el inicio del sueño".
En este sentido, lo que se busca con el shuffle cognitivo es desordenar los pensamientos al concentrarse en imaginar una secuencia de objetos aleatorios en la mente. Con ello, en teoría el cerebro no pueda darles sentido verbal y analítico y mantenga a raya los pensamientos que no nos dejan dormir.
De tal manera si estás muy estresado pero ves o escuchas algo que te gusta, tu cerebro se distrae de las preocupaciones y puedes tranquilizarte.
De igual manera, dice Beaudoin, que esta técnica funciona porque el cerebro ha evolucionado para estar constantemente alerta ante posibles peligros. Cuando comprueba si es seguro dormir por la noche, es el momento de relajarse y lograr dormir bien.
Esta técnica es casi como un tipo de meditación pero sin mucha espiritualidad detrás, pero sin duda, distraer a tu mente y posicionarla en un lugar seguro, es un buen paso para encontrar tranquilidad.
Así pues, el shuffle cognitivo "da a tu cerebro suficientes piezas para jugar, pero no suficiente información coherente para agitar el funcionamiento ejecutivo", explica Beaudoin, lo cual permite que realmente se distraiga, no como contar ovejas que al ser tan monótono, permite que los pensamientos ansiosos lleguen.
Lo mejor de esta técnica es que sólo te tomará 15 minutos máximo y se realiza en cinco pasos:
- Elige una letra al azar.
- Visualiza una palabra que empiece por esa letra, asegurándote de que sea emocionalmente neutra y esté formada por al menos cinco letras. Deletréala lentamente en tu mente.
- Por cada letra de la palabra, piensa en nuevas palabras que empiecen por esa letra. Por ejemplo, si eliges “botella", imagina palabras con “b” como un bote, una banca o un bicho. Beaudoin recomienda hacer una pausa e imaginar cada palabra, en lugar de correr a través de ellas.
- Cuando hayas agotado la letra, pasa a la siguiente letra de la palabra y haz lo mismo; si elegiste “botella” seguiría la letra “o”, oso, ocaso, ornitorrinco, entre otras.
- Continúa hasta que te quedes dormido, lo que no debería llevar más de 15 minutos.
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FOTO: Imagen de Claudio_Scott en Pixabay