Los seres humanos que gozamos de los sentidos completos, tenemos hábitos como el de escuchar asistidos por los ojos. De manera inconsciente observamos los labios de quien habla para comprender mejor lo que dice. Si lo piensan a la inversa, es común que al escuchar una grabación de baja calidad y sin video, necesitemos una mayor concentración para entender lo que escuchamos. Lo comprobamos durante la pandemia, que era complicado leer los labios y la calidad del audio disminuyó debido al uso del cubrebocas y la sana distancia.

Superando las consignas esotéricas sobre esa comunicación personal que inicia con uno mismo, las ventajas de un audio óptimo para escuchar archivos de audio, podcasts, audiolibros y cualquier sonido se incrementa si utilizamos audífonos cerrados colocados sobre las orejas o con cable.

¿Por qué lo hacemos? Quizás al escuchar llega un momento en el que nos olvidamos de pensar e invocamos las emociones. Si realizamos actividades, corremos, bailamos como si nadie estuviera mirando, etc., o no, la música incide en nuestro estado de ánimo. Es parte de un ritual no del todo racional que potencia cualidades o sensaciones. Vuelvo a lo esotérico: aunque nos encontremos en otro momento, podría facilitar que recibamos los poderes curativos de las atmósferas y recuerdos de otro lugar y tiempo.

Me enfoco en algo más sencillo, por ejemplo, querer tener contacto directo con la naturaleza. Si no es fácil escapar al bosque, el audio nos puede llevar por viajes sensoriales. Uno puede sintonizar una estación online como mynoise.net y sentirse en un espacio natural único (si se interesan, prueben el audio de truenos lejanos, ofrece grandes resultados cuando uno busca concentrarse). 

De manera más específica, los audífonos con un buena calidad de audio y diseño reciben mejor la energía codificada en las ondas sonoras. Parecen una opción rentable para manipular el camino y experiencia con nosotros mismos. Reproducimos nuestra música en el celular, el auto o aparato favorito. Será una sonata, el concierto que nos emocionó y dio insomnio o elegiremos silencio. La realidad sonora revelará un entorno distinto para escuchar, observar y disfrutar.

Foto: averie woodard en Unsplash

Foto Principal: Reinhart Julian en Unsplash

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