Los videojuegos viven preocupados por ofrecer cada vez mejores gráficos, experiencias y una mayor capacidad de inmersión. La inteligencia artificial (IA) en videojuegos también forma parte de los elementos que hacen que tu experiencia jugando sea más satisfactoria. Cuanto más evolucionada sea, cuanto más se parezcan sus reacciones a las de un humano, mayor inmersión se puede generar.
No obstante, hoy en día, esta definición se puede quedar un poco corta, ya que la aplicación de técnicas de inteligencia artificial en videojuegos va mucho más allá del mero hecho de hacer que los enemigos o aliados de los jugadores se comporte de forma más o menos similar a como lo haría un humano. En la industria de los videojuegos la IA se emplea también para el diseño de mapeado, de niveles o incluso para la creación de juegos desde cero. La inteligencia artificial en videojuegos es algo que ya existe desde sus inicios. Uno de los primeros ejemplos de ello es el Pong, donde el rival virtual era capaz de moverse con base en el movimiento de la bola.
Otro caso sucedió en mayo de 1997, cuando la supercomputadora Deep Blue consiguió vencer al campeón del mundo de ajedrez, Gary Kaspárov, utilizando alguna que otra artimaña según el genio ruso. El caso es que la palabra IA entró de lleno en los informativos y todos empezamos a pensar que Skynet (Terminator) estaba acechando a la vuelta de la esquina. Por ahora, preferimos quedarnos con estos increíbles avances en Inteligencia Artificial que son mucho más inofensivos.
Por otra parte, Monolith Software sorprendió a medio mundo en 2014 con el lanzamiento de La Tierra Media: Sombras de Mordor, una nueva aventura basada en el universo de ficción de J. R. R. Tolkien. El juego era sobresaliente, con unos combates que recordaban a la saga Batman Arkham, una historia interesante, gráficos, etc… Sin embargo, lo más impresionante era su sistema Némesis, una IA que de forma aleatoria generaba nuevos líderes orcos a los que enfrentarnos y, aquí está lo mejor, que iban evolucionando en función de nuestras peleas en un sistema jerarquizado. Es decir que, si luchábamos contra un orco del montón y nos mataba, éste iba ganando peso en el organigrama de su ejército, se enfrentaba con otros líderes, ganaba nuevas habilidades y, en definitiva, podía acabar convirtiéndose en el enemigo más temible de todo el juego.
En busca de la dificultad adecuada
Los videojuegos siempre buscan la satisfacción del jugador, en su esencia son un instrumento creado para entretener. Para eso es necesario mantener al usuario en un nivel de desafío y habilidad equilibrado, ya que si el usuario posee una habilidad muy inferior al desafío del juego, se frustrará, mientras que si pasa justo lo contrario, tenderá a aburrirse y a dejar el juego.
Pero aun así tenemos un problema ¿cómo podemos saber que significa fácil y que significa difícil? ¿Dónde ponemos el listón? Para ello se creó la dificultad dinámica adaptativa. Con ella el juego es capaz de reconocer las dificultades que está padeciendo el usuario y elevar o disminuir su dificultad dependiendo de su habilidad.
Un videojuego que utiliza la dificultad dinámica adaptativa es Resident Evil 4. En él la inteligencia de los enemigos se reduce cuando nos derrotan varias veces consecutivas en el mismo lugar. También se usa en Mario Kart 8, aumentando o reduciendo la probabilidad de que aparezcan en las cajas distintos objetos según la posición actual en la carrera.
Existe un campo dentro del diseño de videojuegos que se ha preocupado por intentar hacer que la IA fuese la encargada de diseñar juegos a partir de la introducción de unos parámetros determinados.
El ejemplo más impresionante de la actualidad es el Nvidia DLSS, que incluso ha llegado a superar la resolución nativa de un juego y su tasa de fotogramas haciendo uso de este modelo de renderización con IA.
Nvidia es una de las compañías punteras en el ámbito de la IA computacional. Otro gran ejemplo de sus logros es esta aplicación web que nos permite crear imágenes realistas utilizando un sistema de dibujo con pinceles al más puro estilo Paint. La tecnología aún tiene que mejorar, pero no deja de ser bastante impresionante.
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