Cuando hablamos de amor lo estamos haciendo de un concepto, y no un concepto cualquiera, sino uno de los más manoseados e interpretado en la historia de la humanidad. Que ha cambiado conforme las civilizaciones y las culturas han avanzado en el tiempo, por lo que hablar del amor como algo que cada quien vive a su forma, resulta mucho más simple.
Pero claro que ciertas preguntas siempre nos van a asaltar, ya que el amor no sólo depende de nosotros, sino del contexto en el que ocurre y lo que la sociedad acepta como propio o no. Por lo que algunas veces el amor romántico que sentimos por alguien se ve limitado por el entorno en el que nos encontramos.
Aunque podría parecer un poco old school hablar de que la edad sigue siendo un tema de conversación, la realidad es que sigue siendo un tópico que sigue en boca de todos, como los 24 años de diferencia entre Brigitte y Emmanuel Macron, o los 32 años entre Sarah Paulson y Holland Taylor.
Por lo que inevitablemente nos cuestionamos si la edad es sólo un número o si realmente importa.
Entre los expertos hay dos posturas, una basada en un estudio realizado por la Universidad de Emory en Atlanta, en la que entrevistaron a 3,000 parejas y descubrieron que la edad sí importa y mucho.
Ya que realmente el problema no es la edad, sino los objetivos e intereses que cada etapa en la vida tiene. Su estudio fue tan preciso, que incluso dieron porcentajes sobre la tasa de éxito con base en la edad que los separa.
Las parejas cuyos miembros están separados por 5 años, tienen un 18% más de probabilidades de separarse que una pareja que tiene la misma edad. Si la diferencia es de 10 años, la probabilidad sube hasta el 39%. Y si ya se pasa a 20 años de diferencia, la pareja está sentenciada: tiene un 95% de posibilidades de terminar.
En cambio si la pareja lleva sólo un año entre los dos, las probabilidades de separación se reducen hasta un 3%.
Claro que esto tomando en cuenta que nos encontramos con dos seres humanos equilibrados y que “están viviendo la etapa correcta conforme a su edad”. Y es que ahí viene el principal problema, los seres humanos somos muy complejos, en consecuencia, viene la otra postura frente a si la edad importa.
La otra postura que tienen los expertos, es que el principal problema no es la edad, sino es lo que creemos y las experiencias que hemos tenido.
Los expertos en terapia de pareja, Charles y Elizabeth D. Schmitz, han analizado esta situación y lo sintetizan en un ejemplo:
Si una mujer de 17 años piensa casarse con un hombre de 47 quizás la idea no sea tan buena, puesto que las experiencias de una prácticamente adolescente son muy diferentes de las de una persona que ya tiene en su haber más de cuatro décadas. A los 17 años todavía se podría decir que se trata de un adolescente en la mayoría de aspectos, en cambio una persona de 47 años es alguien que probablemente ha alcanzado una gran experiencia y que por lo general ha vivido las pruebas y tribulaciones que la vida siempre presenta. Estas diferencias pueden significar grandes retos para la relación, sin duda alguna.
Ya que el éxito potencial de un matrimonio o pareja, sí depende de la madurez y el nivel de experiencia de las dos personas en cuestión. Y es bien sabido que la edad no es sinónimo de mucha o poca madurez, todo depende de la persona.
Pero si hablamos de rangos típicos de madurez, sin duda, entre más corta es la diferencia de edad mayor será la posibilidad de éxito, ya que hablaremos de dos personas que han vivido situaciones similares y quieren cosas similares en la vida.
Por lo que estos expertos recomiendan que la diferencia entre las dos personas involucradas sea de un máximo de 10 años, donde aún pueden encontrarse en momentos de la vida similares. Y aunque claro que la edad no es el elíxir mágico para encontrar a tu media naranja, sí es un buen referente, los psicólogos Schmitz terminan por asegurar que si se sobrepasan estos 10 años, la tasa de éxito baja mucho.
Claro que hay excepciones, y es posible que estas tengan que ver con que sin saberlo se encuentran en niveles similares de madurez y en etapas similares en la vida, independientemente de la edad.
Pensemos en dos personas que se llevan 10 años de diferencia, pero las dos desean sentar cabeza y comprar una casa, es muy probable que puedan encontrar más puntos en común que, por ejemplo, una pareja con la misma diferencia de edad pero una de ellas es una personas que desea casarse y seguir realizándose laboralmente, mientras que la otra prefiere salir de fiesta y frecuentar a sus amigos.
Por lo que cada caso y relación es distinta, por lo que si la edad importa o no, es algo que tú y tu pareja deben responder. El amor es un concepto que cada quien vive a su forma.
Encuentra la mejor bibliografía para mejorar tu estilo de vida, sólo en Sanborns.
FOTO: Adobe Stock.