¿Quién no se ha sentido ardido alguna vez en su vida? Dejando de un lado toda convicción política correcta en donde a veces malenentedemos posturas políticas o ideales y convicciones, por reglas o estándares que debemos cujmplir 24/7, ¿quién en esta sala no se ha sentido con el coraje atravesado en la garganta que tiene ganas de gritar lo que sus propios discursos “le prohíben”?

No es la primera vez que se canta una canción de despecho a los cuatro vientos. Sin embargo, parece que ha sido la primera vez en la que una canción de este tipo se pone en tela de juicio moral sobre los ejecutantes y los acusados. 

Recientemente la cantante colombiana, Shakira, lanzó su colaboración BZRP, productor de música veinteañero que se ha convertido en toda una figura casi hasta mítica de la música de pop latina, y quien no es la primera vez que lanza una de sus sesiones dedicada enteramente al “beef” o riña verbal. 

Anteriormente vimos la sesión de Residente quien, clara y directamente, le echa un par de rimas en contra al cantante de música urbana, J Balvin. En esta ocasión, la noticia de que la cantante colombiana se separaba de su exesposo, el exjugador del Barcelona, Gerard Piqué, se viralizó hasta tal punto en el que la vida personal de ambas figuras públicas se colocó todavía más en el ojo del huracán de los medios. 

La sesión #53 de BZRP parece haberse salido de control y fue tanto el furor, que hasta el mismísimo productor pasó a segundo plano para dejar de frente a la cantante de pop latino, quien sin miedo dedicó todos su pensamientos “ardidos” y de dolor a quien fue su esposo y a la amante con quien le fue infiel y por quién se separaron. 

No faltó para que la lluvia de opiniones sobre esto comenzará, de ser una brisa se convirtió en un tifón que casi se salió de control. Incluso, mercadológicamente, esto revolucionó maneras estratosféricas. 

Dejando de un lado, por ahora, el momento glorioso y magnífico que esta viralización tuvo en un impacto monetario; hablemos de los comentarios que empezaron con “hate” hacia la cantante. Afirmando que se veía ardida, que pudo ser más elegante, que no pensó en los hijos. Es decir, que por qué no mejor guardaba su dolor, como históricamente se ha sentenciado, y lo dejaba para su intimidad. 

Lo divertido, o lo interesante, es que de una declaración de directo despecho, nunca antes había sido víctima del escándalo hasta ahora. Es decir, tanto figuras del pop, y demás géneros de música en general ya lo han hecho. Tanto Taylor Swift, hasta la mismísima Paquita la del Barrio (quien por cierto subió un video apoyando a Shakira).

Además, esto sucede a la par de que la cantante estadounidense, Miley Cyrus también lanza un sencillo en forma de oda hacia el amor propio y el despecho (quizá un poco más suavizado) hacia su exesposo. 

En opinión, de quien escribe esto ahora mismo, a mero título personal. Quizá sea más interesante apostar por narrativas que ya existen, pero se dibujan o disfrazan siempre por debajo del agua para no “verse tan ardido” o fingir algo que no es. Sin mencionar cuestiones de género o demás, es algo más humano y visceral con lo que todos cargamos dentro que, por qué no, dejar salir de vez en cuando. 

¿No se trata de eso el arte? No dejemos salir por completo a las bestias que residen en el fondo de nuestros más siniestros impulsos, pero tampoco está de más voltearlas a ver de vez en cuando y recordar que existen. 

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