No hace mucho tiempo que la nostalgia ha invadido el mercado de la fotografía y es que, más allá de que los filtros vintage y toda la estética de décadas pasadas regresara a nuestras vidas, tanto en la moda, como en la música y hasta en temáticas sociales, el mercado fotográfico análogo es uno que ha brillado por recordarnos lo especial que es tomar una fotografía.
La idea de que la imagen en nuestras pantallas se pueda editar instantáneamente ya no es tan atractiva, o al menos ya no es tan cool como es la idea de esperar a revelar nuestros rollos de cámaras análogas y ver el resultado.
Sobre la inmediatez, nuestra sociedad tiene mucho qué decir. Porque más allá de que la tecnología nos ha reducido tareas y simplificado la vida, básicamente, lo cierto es que quizá hemos perdido un poco en el camino. Es decir, tan sólo visitar nuestras redes sociales nos recuerda lo reaccionarios que nos hemos vuelto, antes de reflexionar o analizar nuestras opiniones.
De igual forma, ahora podemos tomar mil fotografías de un momento, y tardarnos horas en elegir cuál nos agrada más, cuando antes nos teníamos que conformar con lo que hubiera salido. Sin embargo, y quizá romantizando un poco, no era tanto conformación sino más bien aceptación y cariño al verdadero instante.
¿Hemos perdido eso? Quizá no, no del todo, es decir, sería muy arbitrario y pesimista decir que hemos perdido el sentido entusiasta de la vida sólo porque la tecnología nos ha apoyado de muchas maneras, pero sin duda, el regreso de la tecnología análoga es una gran oportunidad para recordar aquello que no siempre tenemos presente.
Por eso ya no es raro encontrarnos con cámaras análogas en el mercado. Por ejemplo, pensemos en la Polaroid Go, la cual ofrece fotografías instantáneas. Misma que recientemente ha anunciado un nuevo modelo en el que presumen se trata de “la más pequeña del mercado”, pues mide 105 x 83,9 x 61,5 mm y pesa tan solo 242 gramos (esto sin película).
De igual forma, semanas antes, se lanzó la Fujifilm Instax mini 40, que también es una instantánea pequeña y con un look bastante vintage, pero sigue siendo ligeramente más grande que este nuevo modelo de Polaroid Go.
Es decir, en efecto, la nueva Polaroid es la más pequeña del mercado, por ahora. Lo que también significa que utiliza un papel más chico que el habitual en la marca. Pues el tradicional siempre ha sido de un tamaño cuadrado de 88 x 88 mm, por lo que ahora será en un formato de 66 x 66 mm (47 x 46 mm el área de la foto), es decir, tres cuartas partes más pequeñas que las tradicionales.
A pesar de que han reducido su tamaño, su apariencia es similar, pues viene en el color blanco tradicional, muy al estilo ochentero que ha manejado la marca desde entonces. Sobre su batería, se trata de una de alto rendimiento que además se recarga a través de USB y, según prometen, dura lo suficiente para poder revelar hasta 15 packs de fotos.
También incluye flash automático, al igual que la exposición, y opera velocidades entre 1/125 y 30 segundos con una apertura de f12 a 52. Mientras que el objetivo tiene una distancia focal de 34 mm con un ángulo de visión de 48 grados. Igualmente, permite hacer doble exposición, algo que los otros modelos no tienen.
Se trata de una cámara que, sin duda, nos regresará a la nostalgia de los instantes.
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