El día de ayer se cumplieron tres años del lamentable fallecimiento de José Rómulo Sosa, querido intérprete mexicano que hizo historia en la industria musical a nivel internacional como José José. 

Las canciones de José José, las situaciones que invariablemente plantean, se mueven en la línea entre lo oscuro y lo desgarrador; en todas hay amores fallidos, ya hundidos o a punto de venirse abajo e incluso en las que proponen una relación apasionada o hasta feliz, se intuye que la cosa va a acabar en un abrir y cerrar de ojos.   

Estas canciones y la voz que les ha dado cuerpo durante décadas son, digamos, parte de nuestro tejido emocional. Por muy rocanrolero que hayas sido, te llega el momento de cantar “El triste”, eso lo asegura con toda razón el escritor mexicano Xavier Velasco, premio Alfaguara 2003 por su novela Diablo Guardián.   

Nuestro príncipe representando a México 🇲🇽 #51AñosDeElTriste pic.twitter.com/7L0Wfxr167

— José José (@JoseJoseOficial) March 16, 2021

También conocido como “El Príncipe de la Canción”, José José está presente en un importante número de hogares mexicanos, en nuestra computadora o celular, según sea el caso encontremos un audio cuya letra diga: “Espera, aún la nave del olvido no ha partido, no condenemos al naufragio lo vivido, por nuestro ayer, por nuestro amor, yo te lo pido, espera […]”.  

Para celebrar el inigualable legado que dejó, se organizó un evento en su honor, el cual se llevó a cabo el día de ayer en la delegación Azcapotzalco de la CDMX, donde se presume que reaparecería el Príncipe de la canción como un holograma sobre el escenario. 

“Partiste Príncipe, regresas como Rey” se trató de un concierto tributo en memoria del entrañable cantante de “Almohada”, “El triste”, “La nave del olvido”, “El amar y el querer” o por mencionar algunas de sus canciones más sonadas en la actualidad. 

El proyecto consistió en desplegar cuadro por cuadro para formar una imagen con movimiento orgánico, como si el cantante en realidad estuviera cantando en un concierto. Este logro se concretó gracias al recurso de tecnología artificial de Deep Fake. El cupo del concierto estuvo limitado a 800 personas, cuyos boletos se entregarón en el parque de la China el pasado 24 de septiembre. 

La controversia que rodea a esta práctica tiene una vertiente ética y otra artística: por un lado, se cuestiona hasta qué punto es legítimo explotar así a los artistas más allá de su muerte, igual que hacían los viejos empresarios de circo cuando embalsamaban a sus “fenómenos” más exitosos para seguir exhibiéndose y rentabilizándolos; por otro, se plantea hasta qué punto estos espectáculos trivializan y diluyen el impacto de una actuación real, y también si no acabarán acaparando el mercado y ahogarán el crecimiento de futuras estrellas, aunque también tengan el riesgo de amilanar la marca que haya dejado la estrella. 

Un ejemplo es lo realizado por el grupo musical sueco ABBA el cual regresó a los escenarios tras una larga pausa realizada en el año 1982; sin embargo, esta vez se presentaron con hologramas de realidad virtual. 

Los intérpretes de “Dancing Queen” se reencontraron con público de todas las edades durante su gira “ABBA. Voyage”, misma que inició en Londres el 27 de mayo de 2022. 

El gran punto a favor es que te permiten ver, por ejemplo, a un Elvis Presley, que aunque muriese hace más de 40 años pudiéramos ver la gama de sus personalidades durante su carrera. Con ABBA se da la circunstancia de que siguen vivos.  

Y tú, ¿estás a favor o en contra de estos espectáculos? 

Foto: twitter.com/JoseJoseOficial. 

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