Muchos podemos asegurar que el 2021 se trató de un año en el que muchas vidas se vivieron. Como si después de la pausa inminente que tuvo el 2020, el tiempo tuviera que recuperar su ritmo y pasara todo en cámara rápida. Además, no sólo fue su velocidad, sino lo que pasó en tan poco tiempo. El 2021 se sintió como si tres años hubieran pasado a lo largo de estos meses. 

Mientras asimilábamos el mundo en una nueva normalidad aún con la pandemia latente, los métodos de meditación y ese regreso al interior se convirtió en un reto cada vez más complejo. ¿Cómo habitar el interior cuando en el mundo las sirenas y sus ruidos alarmantes no dejan de sonar? 

Es momento de parar, haz una pausa. Detente. Inhala, retén unos segundos, exhala lentamente. Vuelve a inhalar y exhalar de la misma manera, hasta que el ritmo de tu respiración sea natural y calmado como el oleaje de un océano en bahía, una vez ahí déjate llevar por el poder de la meditación. 

No se trata de un hábito sencillo. Es decir, la vida wellness es como la vida fitness, se necesita de entrenamiento, compromiso y constancia para llegar a un objetivo. Más allá de las tendencias mediáticas y virtuales que se han encargado de vendernos las etiquetas de una “mejor vida”, lo cierto es que el concepto de wellness es uno que merece su espacio en nuestras agendas. Sobre todo para nosotros mismos, antes que por los likes. 

No hace mucho que las redes sociales comenzaron a ser invadidas por una popular tendencia en la que no sólo la selfie en el gimnasio comenzó a ser la constante en nuestros feeds, pues la acompañaron las fotos con posturas de yoga, el platillo saludable y demas fotos que en su conjunto arman un collage de una “mejor vida”. 

Aunque no se trata de nada nuevo, esta tendencia, que habla sobre el bienestar mental y físico, se fue involucrando en nuestra cotidianidad, a tal punto que miles de estigmas que se resguardaban hacia la salud mental se han ido cayendo, cual soldados en batalla, uno por uno, para entonces reivindicar su radical importancia. 

De esta manera, la meditación comenzó a llamar la atención a nuestras mentes occidentales. Pues recordemos que se trata de una práctica milenaria que se ha honrado, sobre todo, en la cultura oriental, desde el pensamiento budista, yogui hasta las miles de corrientes filosóficas que parten de la misma búsqueda del ser (o paz interior). 

Para no caer en redundancias, o repeticiones, pensemos en la meditación como el silencio que habita en nuestras articulaciones y nos sumerge en un estado contemplativo a nuestros pensamientos. Es decir, meditar es encontrar este silencio en el que nuestros sentidos vuelven la mirada hacia la paz interna, y se concentra en su estado puro. 

Y como cada año inicia siempre con las intenciones de encarrilar nuestras vidas hacia una mejor, hablemos del mindfulness y dejémonos llevar por la calma y el bienestar que, de hecho, ya habita en nuestro interior. 

Como sacado de Instagram, este concepto se ha convertido en uno tan popular que es necesario mencionarlo. Porque más allá de una tendencia, es, en realidad, una clase de meditación que nos beneficiará en varios sentidos. 

En resumen, se trata de una meditación que se centra en: observación de estímulos internos o externos, conciencia del momento presente, concentración y aceptación. 

Para lograr este tipo de meditación, hace falta seguir estos pasos que ahora desglosamos: 

Detente y observa: Detente, respira y observa lo que ocurre en tu cuerpo en ese mismo momento.

Retrocede un paso: Sal de tu propia mente y observa tus pensamientos, pero no desde dentro, sino como un espectador, desde afuera.

Regresa al aquí y el ahora: Programa una alarma tres veces al día, para que te lleve de nuevo al aquí y ahora. Si estás en una actividad, sólo hace falta que pares un momento, hagas tres respiraciones conscientes y continua con lo que hacías.

Respira: Realiza 40 respiraciones, contando cada una al exhalar. Así practicarás la respiración consciente y tu mente se calmará.

Reconoce y acepta tus nuevos pensamientos y emociones: Siempre tendremos nuevas sensaciones, por lo que será mejor darles la bienvenida y atenderlas.

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