Nunca leí la aclamada novela High Fidelity (1995), de Nick Hornby. Sin duda es un clásico para los amantes de la música popular, el rock, los sonidos que han expandido las posibilidades del blues desde hace más de 50 años y las historias sentimentales. El realizador británico Stephen Frears afortunadamente adaptó la novela al cine, con un título homónimo y que fuera estrenado en el año 2000. No viene al cuento solo porque sí, era una de las películas favoritas de mi ex, es decir, una delicia para quien ha sido el rompimiento sentimental top en mi vida.
La historia narraba cómo Rob Gordon (John Cusack) reevaluaba su vida entre la tristeza, el humor, la negación, los celos y apegos tras ser abandonado por su novia, Laura (Iben Hjejle). Sumido en la depresión no tiene de otra que buscar sobrevivir, molesto, sin entender por qué ha sucedido todo, mientras maneja su propia tienda de música, lidia con la idiotez de los nerds clavados e insoportables que lo rodean: los infaltables tetos “conocedores” en cualquier red social, festival o medio especializado en música: Dick (Todd Louiso) y Barry (Jack Black). También explora los sonidos musicales de dos punk skaters que roban en tiendas y tanto más mientras sufre la ruptura más dolorosa, que lo orilla a rastrear las “cinco rupturas top de todos los tiempos”, para descubrir por qué parece condenado a ser siempre rechazado.
La película no ofrece respuestas emocionales sobre las citas y el romance, pero es aderezada de elementos dulces, no solo tristes, recordando que casi, casi todos los humanos han pasado por esas rupturas (sí, hasta quienes detonan nuestras aversiones, apegos, ardidez e infierno). La doble cara del amor es inevitable cuando no puede dejar de imaginar a su ex, la persona con la que tuvo una relación íntima, teniendo el mejor sexo de su vida con alguien más… Pero no teman, la historia es amable y poco realista al respecto de las secuelas obsesivas que detonan estos casos y no se oscurece. Es un ejemplo fino y, por qué no, posible de una película entretenida que combina música, emociones y destaca al romper la cuarta pared cuando Rob comparte con la audiencia sus problemas y pensamientos más íntimos. Lo que algunos de nosotros necesitamos con un amigo, familiar que no juzgue o, si no, con un desconocido.
A casi dos décadas del estreno de la adaptación cinematográfica, Hulu ha compartido el avance de su adaptación de High Fidelity, protagonizada por Zoë Kravitz como la protagonista.
Si bien la nueva serie cambia el género y la ubicación de la protagonista (la novela se desarrolla en Londres, la película en Chicago y la serie en Brooklyn… o sea, los personajes ahora tendrán elementos sarcásticos cool), la nueva producción parece temáticamente fiel a la historia original. Dentro de las curiosidades de la serie, recordemos que en el filme Rob se reencuentra con Marie De Salle, uno de sus fracasos amorosos principales. Ella era interpretada por Lisa Bonet, madre de Zoë Kravitz. Pues sí, “what goes around comes around”.
Y de pilón, para que piquen cebolla: