Ni avión, ni pájaro, siempre se trató de Superman y la narrativa del héroe todopoderoso que salvaría a toda la humanidad. Desde sus inicios, esta figura ha representado un ícono en nuestro inconsciente colectivo y nuestra forma de ver un mundo alterno liderado por grandes superhéroes. Actualmente, es difícil no pensar en Henry Cavill cuando hablamos de un personaje tan emblemático como Superman.
¿Imaginas tener un superhéroe favorito y de repente tener la oportunidad de convertirte en él? Cuando en 1938, el escritor Jerry Siegel y el artista Joe Shuster crearon aquel hombre extraterrestre de rasgos humanos, pero con una fuerza fuera de este planeta, una franquicia despegó a lo más alto de los cielos: Superman.
Actualmente, el rostro del superhombre está dibujado por la carismática y sutil sonrisa de Henry Cavill. Actor británico de cine y televisión, quien dio inicio a su carrera profesional en la cinta Laguna (2001). Para que al año siguiente participara en The Count of Monte Cristo, basada en la novela de Alexandre Dumas, en donde personificó a Albert de Morcerf.
Hoy en día, es más conocido por su interpretación como el personaje más querido de DC Comics Superman en el DC Extended Universe, y cómo Geralt of Rivia en la serie de Netflix The Witcher basada en la serie de novelas del mismo nombre de Andrzej Sapkowski.
A pesar de sus múltiples personajes, Cavill parece enfrentarse a la esfera de ser el símbolo de toda una cadena de ficciones fantásticas. Es decir, a pesar de que el alienígena atractivo ya haya tenido diferentes rostros a lo largo de la historia del cine, es un hecho que ya no podremos imaginarlo sin el atractivo porte de Carvill.
Sin embargo, este asunto ha encasillado a más de un actor a lo largo de su carrera profesional. Por ejemplo, pienso en Ellen Pompeo a quien claramente ubicamos como la Dra. Meredith Grey, o Daniel Radcliffe a quien reconocemos como el mago más increíble de los tiempos (Harry Potter, por si no había quedado claro). Y aunque este último se ha esforzado por quitarse la capa de mago, en distintas apariciones cinematográficas, su rostro sigue siendo un emblema para la industria que se ha generado de todo este universo de Hogwarts.
Pero aunque pareciera tratarse de una carga, Carvill ha mencionado que en realidad le gusta asumir la responsabilidad de ser Superman. Quizá en esta realidad no tenga que salvar al mundo del caos, pero definitivamente lo rescata desde la ficción y el espacio del entretenimiento a nuestro imaginario colectivo.
“Siempre he sido un gran fan de Superman. Es un personaje que te acompaña incluso cuando acabas de rodar para convertirse en parte de tu imagen pública . Por ejemplo, cuando he conocido a niños ellos no me ven como Henry Cavill, sino como Superman, y eso conlleva una responsabilidad. Pero como es un personaje tan maravilloso, en realidad es una responsabilidad que estoy encantado de tener. De hecho, espero poder interpretar a Superman en los próximos años”, explica el actor en Variety.
Definitivamente, poder tener la oportunidad de ser a quien de niño admirabas (aunque sea en las películas) es un gran motivador para experimentar y seguir explorando las facetas de los sueños y las ficciones súper heroicas en las que vemos a Superman ser. Es decir, ya lo dijeron en Spider-Man: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad” y aunque sólo interpretes al de los poderes, lo que es un hecho es que ya eres un ícono para miles de infancias, adolescencias y más en quienes basan sus ejemplos en personajes tan icónicos como este.
Al respecto, el actor de la sonrisa conquistadora afirma: “Mi vida ha cambiado por completo desde que me dieron el papel de Superman. Gracias a él he accedido a multitud de proyectos. Es el personaje que cambió para siempre el curso de mi carrera profesional. También el que más cosas me ha enseñado sobre cómo soy”.
A lo que agrega: “Lo digo porque es alguien bueno y noble. Y cuando te comparas con él como persona cuando lo interpretas, es algo que obliga a analizarte por dentro. Entonces te planteas si tú eres una buena persona. Al menos lo suficientemente buena como para ser Superman. Y si algo de tu personalidad te hace dudar, lo cambias enseguida para asegurarte de que haces justicia al personaje. Creo que eso es todo lo que podemos hacer en esta vida”.