Seamos sinceros, la popularidad de Katy Perry ya no es lo que solía ser, y quedó comprobado con Witness (2017), un álbum que no sólo fue un fracaso, sino que perdió la racha de #1 que la californiana tenía como carta de presentación.

Aun así, Perry sigue siendo una de las celebridades mejor pagadas, y aunque ha dejado de ser la mayor hitmaker del pop, sin duda seguimos esperando el momento en el que renazca como ave fénix de las cenizas de su último álbum.

Después de las polémicas y los fracasos de los anteriores singles, Katy ha comenzado a lanzar singles dispersos, de los que aún no sabemos si formarán parte de un LP, así como colaboraciones con Zedd “360” y con Daddy Yankee en el remix de “Con Calma”.

Aún no sentimos que hemos vuelto a escuchar un hit como los de antes, ya que “Never Really Over” tiene un buen ritmo, pero es bastante complicado cantar, y “Small Talk” es bastante simple y hasta cierto punto una emulación de los buenos tiempos.

Pero tal vez la nueva esperanza de un hook que no salga de nuestra cabeza está en “Harleys In Hawaii”.

El video dirigido por el colectivo de directores Manson, y producida por CANADA, tiene como escenario Hawái junto a sus increíbles carreteras llenas de paisajes increíbles, playas y establecimientos típicos, podríamos decir que parece una versión en cannabis y más adulta de “Teenage Dream”.

El ritmo tiene varias reminiscencias al reggae, y a un pop no tan plástico como estábamos acostumbrados con la californiana, tal vez fue que ha cambiado de productores, esta vez el nombre que más destaca es el del cantante Charlie Puth, de la mano de Johan Carlsson.

Esta canción de un poco más de tres minutos, fue escrita por la propia Perry, así como el dúo que produjo la canción, y Jacob Kasher Hinldlin.

La canción no tiene mucho más sentido que rentar motos para conocer Hawái en compañía de un amor de vacaciones, pero el hook definitivamente es de los que no te lo puedes sacar de la cabeza si lo escuchas lo suficiente.

Además que el aura setentera del video le da un toque vintage que acompaña muy bien al ritmo desenfadado de la canción.