¿Estás terriblemente cansado, inusualmente ansioso e inseguro? ¿Te resulta difícil dormir, te sientes un poco fuera de centro? ¿Sientes confusión justo en un momento en que deberíamos estar celebrando libertades y vislumbrando un regreso a la “normalidad”? Si estás ahí, no te preocupes, no estás solo.

No es ninguna sorpresa que después de lo que vivimos en 2020 y parte de 2021, muchas personas no se sientan particularmente tranquilas a pesar de que ya exista una luz al final del túnel. 

En este sentido, el psicoterapeuta Owen O'Kane acuñó el término trastorno de estrés post pandémico (PPSD, por sus siglas en inglés), un término que aún no se oficializa pero que O’Kane creó para describir el impacto mental que ha tenido en todos nosotros vivir a través de la pandemia. 

Sí, la vida “normal” y económica ha comenzado a reactivarse, sin embargo, es posible que mentalmente no estemos recuperados de vivir un año excepcional tan rápido como hubiéramos esperado.

La pandemia no sólo ha dejado a la economía tiritando, sino que incluso la OMS ha declarado que la pandemia ha causado un "trauma masivo" a una escala mayor que la Segunda Guerra Mundial, y el costo de salud mental de la pandemia de coronavirus será visible "durante muchos años".

Vamos, que ha desatado otra pandemia, esta vez de salud mental y tenemos que ser conscientes de aquello para poder tratarlo de la mejor manera. Así pues, veamos algunos signos del PPSD, según el propio Owen O’Kane.

 

 

 

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Según O'Kane, los síntomas de PPSD son similares a los de PTSD y pueden variar de persona a persona. Pero si pudiéramos generalizar, los síntomas pueden incluir mayor ansiedad, baja motivación, sensación de desesperanza o impotencia, sueño interrumpido, cambios en el apetito, sensación de entumecimiento, estar cada vez más enojado o irritado, pensamientos negativos o catastróficos, retraimiento social, sentimientos de lucha para hacer frente y molesto con cualquier cosa.

Algo que deja muy en claro es que si ya padecías de ansiedad o depresión, puede que los síntomas empeoren. Pero si no lo habías sufrido a niveles muy altos, hasta ahora, es probable que estés experimentando el trastorno del que habla O’Kane.

Él advierte que si estos u otros síntomas ocurren con regularidad y los "días malos" comienzan a superar en número a los "días buenos", entonces sería mejor buscar ayuda. 

En este sentido, es crucial estar en contacto con uno mismo y ser consciente de los cambios en la fisiología, las emociones, el pensamiento y el comportamiento porque estos son los componentes básicos de una buena salud física y emocional. El trauma no solo cambia la mente (creencias y patrones de pensamiento), sino también el cerebro, el sistema nervioso y las hormonas del estrés.

También hay que pensar en los niños y adolescentes, quienes han estado expuestos a facetas tan inestables de la pandemia en años de transición tan delicados, los efectos de los cuales aún deben apreciarse y discernirse adecuadamente, ya que los efectos pueden surgir con el tiempo.

Aunque los efectos de un trauma pueden debilitarte, hay maneras de manejarlo y salir avante de esta pandemia. Y sin duda, el aumento de la búsqueda de apoyo psicológico es una buena manera de denotar que estamos percibiendo estos cambios, y no necesariamente creemos que son “normales”.

Sin duda, si has sentido sentimientos similares, o tus hijos, los expertos recomiendan encarecidamente que acudan a terapia como el primer recurso. Estamos lejos de superar el impacto mental de la pandemia, pero si ponemos un granito de arena con nosotros mismos, iremos por un mejor camino.

De igual manera, si en tu Estado hay medidas más relajadas o ya te encuentras vacunado, los expertos sugieren que socialices con amigos optimistas y positivos con los que te sientas seguro y protegido, esto ayudará a minimizar las situaciones estresantes.

Sugieren que vivas tu vida en torno a una estructura y certezas a tu alrededor, que seas comunicativo con tu ambiente cercano. Así como mantener rutinas o crear nuevas, hacer ejercicio a diario, salir a la naturaleza, priorizar la calidad del sueño e incluso iniciar un nuevo proyecto.

Recuerda que no eres el único que ha pasado por la pandemia, y que si aprendimos algo fue a priorizar nuestra salud frente a todo, por lo que inevitablemente esto también incluye la salud mental. Procura ayuda profesional y crea un grupo de apoyo local. Sentirnos seguros poco a poco es lo más importante.

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FOTO: Adobe Stock