Cuando hablamos del pop actual es imposible que nadie hable de Lorde y Lana del Rey, las dos artistas que abrieron a punta de hacha las posibilidades del pop mainstream, las que derribaron las listas de éxitos con canciones tristes y dejaron atrás los himnos de fiesta.
Lorde con 16 años obtuvo la bendición de Bowie antes de morir, cuando dijo que ella era el futuro del pop. Pero la neozelandesa decidió no formar parte de la aceleración, con una carrera de casi una década y tres álbumes, es casi un suicidio para una estrella pop.
Pero después de escuchar Solar Power parece que sí, Lorde detesta ser una celebridad. Nada nuevo bajo el sol.
Después de casi dos años viviendo en una pandemia, casi es inevitable seguir lo que dijo el escritor de Black Mirror y buscar lo bueno de la vida, ya vivimos en un mundo caótico. Y así como en 2019 la tristeza era el tópico, este 2021 es la felicidad.
La felicidad es la nueva depresión. Es el lugar perfecto para cantar de lo que duele sin ser un “melodrama”, y donde un oximorón se vuelve cinismo puro, como Happier Than Ever, de Billie Eilish.
Casi como si fuera el lado b de la imagen que teníamos de Lorde, Solar Power es un álbum consciente de sí mismo, brillante, que deja de lado los sintetizadores y regresa a lo acústico, pero que se hunde dentro de su propia monotonía.
Después de su gira de 2017, Lorde regresó a casa en Nueva Zelanda y se dedicó a descansar, con una desintoxicación tecnológica que hacía que se volviera tendencia cuando daba indicios de que estaba viva.
Cuando quiso tener una perspectiva de la crisis climática, viajó a la Antártida, perdió a su amado perro y retrasó el álbum unos años, encontró el amor en un oficinista y pide que estemos satisfechos con la belleza cotidiana.
Lorde ha dejado definitivamente su labial negro cereza en su cajón, y decidió crear de la mano de Jack Antonoff un extraño texto espiritual encuadernado con papel hecho a mano que podríamos encontrar en una librería hippie.
Solar Power es una nueva realización de la conciencia social y ambiental, pero también una guía de autoayuda. Su razón fundamental para elegir la vida tranquila y reconectarse con la naturaleza, un diagrama para enhebrar la aguja de la alegría cuando también podrías vivir para ver el fin de la Tierra.
Así tenemos un álbum que jamás pensaríamos que sería de Lorde (así como nadie pensaba que era posible una pandemia), sin cambios sorprendentes, sin fuegos artificiales, sólo un interludio hablado por Robyn y algunos efectos que distraen.
Este es el primer álbum de Lorde que no intenta mirarte a los ojos, muchos versos tal vez son demasiado específicos para que los fans encuentren correlación como su primer material discográfico, pero se inclina a las tendencias actuales del Y2K y se mofa de la moda del bienestar.
Solar Power está un poco fuera de tiempo, pero de vez en cuando se aprovecha del tipo de crisis que las celebridades de un cuarto de vida podría tener, las cuales vemos reflejadas en los álbumes recientes de Billie Eilish y Clairo.
"Adolescente millonario que tiene pesadillas con el flash de la cámara", dice Lorde en la canción que abre el álbum de doce canciones, "The Path", explicando de qué se ha escapado cuando se refugió en su ciudad natal.
Solar Power no es el mejor álbum de Lorde, y tanto la crítica como los fans se han dividido, entre que es un álbum perfecto para su época aunque deja de lado su ADN, o en el que no causa dolor a pesar de que habla de temas duros.
Aunque el álbum bien podría adecuarse a la Gran Resignación, una reconsideración post pandémica que ha hecho que miles renuncien a sus trabajos, su desempeño es relativamente decepcionante, sobre todo después del tiempo que el mundo lleva esperando por Lorde.
Un álbum que no será del gusto de todos, pero debe de escucharse completo, si después de un par de canciones no lo entiendes, es posible que seas parte de la población que no desea escuchar algo tan aparentemente feliz.
Sea como sea, regresó Lorde y parece que volverá de nuevo a su madriguera, tal vez volvamos a tener noticias de ella cuando ya no haya pandemia.
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