Cuando cursaba la licenciatura, leí Oso (1976), de Marian Engel, una novela difamada por su temática zoofílica. Si buscas sobre ella en línea, sólo encontrarás reseñas que no se sumergen en las profundidades narrativas, sino que se quedan en la superficie densa que proveé el controvertido “amor” de la protagonista con un oso.
Como todo, la novela tiene lecturas subjetivas, pero lo que le ganó su estatus de culto fue el hermoso retrato de la vuelta a lo salvaje como única salvación de la protagonista.
Mostrando a un personaje atormentado por su vida, que encuentra de nuevo el camino en una isla olvidada en Canadá. Oso no es una novela con la meta de conmocionar a los lectores, sino tiene un trasfondo tan rico que catalogarla como una historia zoofílica, es rebajar el trabajo excelso de Engel.
Algo que fácilmente podría suceder con el trabajo de May el-Toukhy con su última cinta, Reina de corazones, ya que el tema principal es un abuso a menores perpetrado por una madrastra con su hijastro.
Aunque esta polémica relación es el motor que permite avanzar la trama y lo que hace que conozcamos a los personajes, sólo es un gran vehículo para hablar de las contradicciones y la manipulación.
Todos recordamos en la novela de Lewis Carroll a ese personaje despreciable que según su contentillo mandaba a pintar flores blancas de color rojo, jugar con animalitos y cortar cabezas a diestra y siniestra. Un personaje berrinchudo que hacía al mundo arrodillarse a sus pies por gusto.
Así pues, nos encontramos con Anne (Trine Dyrholm) una abogada de renombre especializada en casos de abuso a menores, con una familia feliz y una mansión en el bosque escandinavo, quien poco a poco, según sus propias decisiones, se va transformando en esa reina déspota con la que lidia Alicia.
En este caso, hablamos de una cinta que busca explorar las relaciones de poder, en específico las que ocurren en un entorno familiar, pero saliendo del cliché en el que las figuras paternas ejercen poder sexual sobre las hijastras. Pero esta vez con la contradicción como una arista fundamental del personaje.
La primera escena, la cual se encuentra en el tráiler así que no hay spoiler, retrata esto a la perfección. Nos encontramos con Anne caminando por el bosque detrás de su casa, llega a casa y se encuentra con su marido, quien debe volar a Estocolmo porque lo llamó la policía. Anne hace el intento de ir, él le dice que no, que debe ir solo.
Anne se acerca a una ventana y se queda mirando su reflejo, oscuro, distorsionado…
Reina de corazones tiene como centro las contradicciones humanas, la oscuridad que todos tenemos dentro de nosotros, que nos lleva a lugares que nunca imaginamos que seríamos capaces. La humanidad y sus recovecos más oscuros, es donde los posiciona sin pudor May el-Toukhy.
Así pues, ya hablando del aspecto formal de la cinta, al ser una cinta nórdica los personajes son parcos en su mayoría, con diálogos directos, dando a entender más de lo que muestran, lo que puede hacer que sea una cinta lenta para algunos.
De igual forma, es muy agradable encontrarnos con una obra en la que la cinematografía es parte fundamental de los personajes, ya que apela directamente a las emociones y acciones del momento.
Sin duda, una cinta que pone en una lupa a un personaje completamente humano, un laboratorio en el que se desmenuzan acciones horribles sin que necesariamente haya un pasado oscuro, más que las posibilidades humanas de fallar.
“A veces lo que pasa, es lo que nunca debió pasar”, y así es como la propia Anne describe la pequeña parte de su vida que escenifica la película. Y una sentencia universal para todos los que presenciamos la cinta.
Reina de corazones, de May el-Toukhy es una cinta danesa que ya ha sido proyectada en nuestro país, pero este viernes 7 de febrero llega oficialmente a cines comerciales. Cabe recalcar que es clasificación C.
Sinopsis
Anne (Trine Dyrholm) es una exitosa abogada que vive en una casa de estilo modernista con sus dos hijas y su marido Peter, un reputado físico. La aparición de Gustav, un hijo que pertenece a una relación previa de Peter, pone patas arriba la armonía que reina en la vida de Anne. Lo que en un principio parece ser un movimiento liberador para ella, pronto se convierte en una historia de poder y traición que tendrá consecuencias devastadoras en su vida.