El director Olivier Assayas ha construido en su última cinta un mundo parisino de alta cultura, en el que las dualidades y el vodevil refinado son el camino que siguen los cuatro personajes principales.

Las exploraciones son muchas y aunque quedan un poco apelmazadas en los 108 minutos de duración de Doble vidas (2018), la conjugación de éstas es casi perfecta, sobre todo si estás acostumbrado a la verborrea acelerada de los franceses, y en consecuencia, puedes seguir el ritmo que te pide. 

Así pues, como el mismo título sugiere, es una exploración de los contrarios e incluso los propios personajes se pasan disertando sobre ellos y sus implicaciones.

Empezando (temporalmente y también una de las líneas argumentales más sólidas) el cineasta explora el miedo al cambio tecnológico, todo abordado desde la trinchera editorial. La mayor parte de la película transita entre el cambio del libro físico al e-book y si en verdad es una democratización o sólo es un monopolio del saber humano en un lugar intangible.

Aquí es donde los dos hombres de la película se desenvuelven, uno como editor de una editorial de renombre, el otro como un escritor medianamente exitoso. 

El primero está tratando de salir con pesimismo de la anticuada época del papel en la literatura y la invasión de la era digital; el segundo está luchando con la democratización de la opinión en redes sociales, y por tanto la transformación de los lectores, que ya no admiran en silencio al escritor, sino lo confrontan.

Y aquí precisamente donde la dualidad de la vida privada y la vida pública se presentan como parte de las exploraciones. 

La controvertida no-ficción (que de hecho el título de esta película en inglés es el revelador Non-Fiction) con la que el escritor se escuda de las opiniones sobre la comercialización de la vida de las personas sobre las que escribe, y es aquí donde el director convierte su cinta en un vodevil refinado. Y donde la comedia toma rienda.

Los enredos y el arte del adulterio es lo que aligera esta cinta que a momentos puede parecer muy sesuda, sobre todo al momento de que hay más de tres personajes discutiendo sobre temas del momento con una copa de vino en la mano. 

Estos momentos en los que la torpeza o la sinceridad (dependiendo el momento) toman la batuta en la historia, son refrescantes y permiten que la trama avance, dando un respiro de aire liviano de las discusiones intelectuales.

El guion, escrito por el mismo Olivier Assayas, tiene un gran ritmo y conjuga increíblemente las personalidades de nuestros personajes, y sobre todo, que van mostrando sus diversas facetas según la persona y momento en el que estén. Lo que hace que sus diálogos se sientan orgánicos, y verosímiles.

En definitiva una curiosa comedia francesa, que utiliza el recurso de la metaficción para crear una gran cantidad de capas que te invitan a ver la cinta más de una vez, además de reflexionar sobre los temas políticos, editoriales y en general el problema del cambio vertiginoso del que somos presa en estos tiempos.

Una comedia inteligente y rítmica, muy recomendada para pasar un buen rato (a menos que tengas cosas no dichas con tu acompañante).

Dobles vidas de Olivier Assayas se estrenará en Cinemex el viernes 26 de julio.

Sinopsis 

Situada en el mundo editorial francés, Alain, un exitoso editor parisino y Leonard, un reconocido autor, se encuentran en una situación confusa lidiando con la dificultad de adaptarse a la nueva era digital, crisis de edad y al mismo tiempo, sus respectivas esposas. Alain tiene muchas dudas sobre el nuevo manuscrito de Leonard, quien presenta nuevamente un trabajo de auto-ficción reciclado de trabajos anteriores sobre su amorío con una celebridad. Selena, la esposa de Alain, una famosa actriz, tiene una opinión totalmente opuesta.