Más allá de hablar de que el mundo ha cambiado, hablemos mejor de cómo es que lo ha estado haciendo, casi silenciosamente, en los últimos años. Sobre todo si pensamos en la forma en la que modificamos nuestro consumo del entretenimiento visual. Antes era sencillo, encendías la televisión y escogías la programación que más te llamara la atención, dentro del limitado catálogo que te ofrecía la compañía previamente contratada y listo.

Hoy en día las opciones se multiplicaron, y aunque ofrezcan la sensación de ser mucho más económicas, lo cierto es que al hacerte de varias terminas pagando casi lo mismo que pagabas anteriormente, pero eso sí, con muchas más opciones. 

Cuando antes te peleabas por el mando en la única televisión del hogar, ahora, si tenemos los medios suficientes tenemos la libertad de encender cualquier dispositivo y elegir lo que nos plazca ver, sin pelear o convencer a nadie para que así sea. Ya no dependemos de un único dispositivo para ver nuestro contenido favorito. Además, las pantallas en las que podemos verlo, se han reducido significativamente, pasamos de los televisores enormes a una pantalla convencional de cualquier smartphone. 

No cabe duda de que los avances tecnológicos, incluyendo principalmente el gran salto que ha dado el internet en nuestras vidas, han transformado el consumo televisivo, la forma en que vemos series, películas y otros contenidos de entretenimiento. También es verdad que las pantallas grandes no han pasado de moda. Claramente, el mercado de las televisiones tuvo que ponerse las pilas y ver la manera de hacernos querer ese artefacto que podría parecer, de momento, obsoleto. Al convertirlas en smart tvs, dieron en el clavo, pues prácticamente tienes el entretenimiento que más te gusta en una pantalla grande y de gran definición. 

Es claro que el tiempo que dedicamos a ver la televisión se reduce cada año, mientras que el tiempo que pasamos navegando o viendo contenidos por internet no deja de aumentar. Según uno de los últimos estudios que analizan el consumo de televisión, el cambio en el consumo es generacional. Mientras una persona mayor puede pasar hasta 6 horas al día frente al televisor,  un joven entre 13 y 24 años pasa 2 horas al día viendo la tele y el resto del tiempo navegando por internet, comentando en redes sociales, jugando videojuegos, etc.

Nuestro consumo ha cambiado, pero no ha cesado. Incluso podríamos decir que ha mejorado para la comodidad de nuestras vidas. Es decir, cuando antes tenías que encender la televisión a una hora para no perderte de algún programa, hoy en día puedes verlo a la hora que se antoje y cuantas veces quieras. Igualmente, el gran éxito de las plataformas como Netflix, HBO, Amazon Prime y Filmin, se debe a que funcionan como una videoteca inmensa llena de títulos a los que se puede acceder pagando una tarifa mensual. Lo mejor de todo, es que siempre está lleno de novedades, la actualización de los contenidos también ha sido crucial. Sin mencionar, claro que muchas de estas plataformas se han esmerado por generar su contenido propio y exclusivo. 

Casi sin darnos cuenta, el mundo cambió y seguirá cambiando. Hoy en día nuestro consumo está muy definido, pero la posibilidades de cambio siempre está latente, sobre todo en una sociedad en la que la tecnología sigue escalando cada vez más y más, hacia lugares inimaginables. Mientras tanto, disfrutemos que aún miramos nuevos contenidos en una gran pantalla, para la comodidad de nuestro entretenimiento. 

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