Google ha estado desarrollando un sistema operativo completamente nuevo que algún día podría reemplazar a Android y Chrome OS.
Después de años de desarrollo y de conocer públicamente su existencia, hoy Google ha comenzado el despliegue de Fuchsia OS en dispositivos comerciales, aunque por ahora la empresa no probará suerte con teléfonos, sino con altavoces inteligentes.
Será el Nest Hub de primera generación lanzado en 2018 el primer dispositivo que cambiará de sistema operativo a Fuchsia OS, aunque a nivel de usuario la promesa es que la experiencia de uso no cambiará.
Google Home Hub es una pantalla inteligente de 7 pulgadas que responde a los comandos de Google Assistant. El dispositivo fue rebautizado como Nest Hub en 2019. Por lo tanto, no se trata de un lanzamiento de un nuevo dispositivo, sino que Google ha aprovechado los altavoces con pantalla y asistente Nest Hub de primera generación para ir implementando poco a poco este sistema operativo centrado en una mejor optimización de recursos que Android o que Cast Os, el sistema operativo que Google utilizaba en estos Nest.
Fuchsia OS comenzó a desarrollarse desde 2016, y desde aquel entonces se cree que este sistema operativo podría ser el sustituto de Android, aunque Google ha dicho en varias ocasiones que por ahora sus planes con Fuchsia OS no contemplan abandonar Android, sin embargo, tampoco niegan el interés de llevar este nuevo sistema operativo a dispositivos móviles; incluso lo ha probado en Chromebooks y tiene una solución para ejecutar aplicaciones de Android.
Fuchsia OS es algo realmente raro en el mundo de la tecnología: es un sistema operativo construido desde cero que no está basado en Linux sino que utiliza un micronúcleo llamado “Zircon” que Google ha desarrollado internamente.
De esta manera, la principal apuesta de Google con el Fuchsia OS es integrarlo dentro de los sistemas de Smart House con lo que ya cuenta y con los que desarrolle a futuro, siendo solo una herramienta intermediaria entre los sistemas operativos ya existentes, como Windows, Linux o Android, y sus gadgets para el hogar.
Con este, al no estar basado en Linux, pretenden también quitarse un poco la dependencia a la programación a través de este otro Sistema Operativo, con lo que la integración entre las herramientas propias de Google será más directa y por ende más eficiente.
Fuschia OS se plantea, por tanto, como el OS que llevará a la compañía hacia el siguiente nivel, caracterizado por la interconexión total de una amplia gama de aparatos y las actualizaciones de seguridad continuas. El objetivo de Google es, por tanto, llegar a contar de aquí a cinco años con una infraestructura común y unificada para todos los gadgets que cada uno de sus usuarios pueda tener simultáneamente. Tal como lo describe la compañía estadounidense Bloomberg, lo que Fuschia quiere es crear "servicios de inteligencia artificial que lleguen a los consumidores en todas partes". Si para lograrlo hay que derribar antes el sistema operativo más usado en todo el mundo, que así sea.
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