02 jun 2020
La forma en que se entendían las películas comerciales de acción cambió radicalmente con la llegada de Mad Max en 1979, una historia transgresora que dio inicio a una de las franquicias más valientes y sin igual de todos los tiempos. El visionario director no es otro que George Miller.
A finales de los años setenta, George Miller era un médico del servicio de urgencias del hospital de Victoria (Australia) que escondía una ambición secreta. Demasiado acostumbrado a ver víctimas de accidentes de tránsito, su película debut, acabaría convirtiéndose en un ícono cinematográfico de su década.
Estamos ante un thriller policial sombrío en el que su protagonista, el oficial de Policía Max Rockatansky (un joven Mel Gibson) acaba convirtiéndose en aquello mismo que persigue después de que su mundo se hace añicos cuando una banda liderada por Toecutter (Hugh Keays-Byrne), asesina a su familia en represalia por la muerte de uno de sus miembros.
Y sí, Mad Max es un filme tremendamente tosco e imperfecto, donde el realizador no necesitó mucho más para crear una sorpresiva experiencia fílmica, una mezcla de ciencia ficción, western y cine serie B que mostró a Miller como un director de gran precisión y eficacia al mando de una producción con medios técnicos limitados. Además ofrecía un relato que apelaba al salvajismo y a los instintos animales del ser humano y, a pesar que Mad Max no busca ser una historia filosófica, llama a la reflexión en temas relevantes, como la lucha por el combustible.
A esta cinta de culto le siguieron dos secuelas: Mad Max 2: The Road Warrior (1981) y Mad Max Beyond Thunderdome (1985), así como la suerte de reboot (con otra historia) que pudimos ver en 2015 bajo el título, Mad Max: Fury Road, protagonizada por Charlize Theron y Tom Hardy. Después de una tumultuosa producción, el resultado sorprendió incluso a su elenco y además de todo el filme ganó seis Premios Oscar, en categorías como Mejor Sonido, Maquillaje y Efectos Visuales.
Tras el éxito de Mad Max: Fury Road, muchos nos preguntamos si Miller realizaría una nueva trilogía. La buena noticia es que, efectivamente, el director australiano tiene muchos planes para la nueva etapa. En febrero de este año supimos que la filmación de la nueva película daría inicio a finales del 2020. Claro, esto fue antes de la pandemia y de sus consecuencias. De cualquier forma, la nueva cinta sigue su curso y, a diferencia de lo que habíamos pensado, no se tratará de una secuela, sino de una precuela de Mad Max: Fury Road basada en el personaje de Furiosa, papel interpretado en la película estrenada hace cinco años por Charlize Theron.
Desde luego, una precuela sobre Furiosa causa bastante expectativa. Sin embargo, se dio a conocer, de manera oficial, que Charlize Theron no retomará el papel. En su lugar ficharán a una nueva actriz que interprete a Furiosa en una época anterior a la del filme.
George Miller explicó que en un principio pensó en utilizar la tecnología CGI para "rejuvenecer" a Charlize Theron, pero más tarde decidió que era mejor buscar a una nueva actriz para interpretar a una jovencita Furiosa. Según Miller ¿para quién?:
“Durante mucho tiempo pensé que podríamos usar el CGI en Charlize, pero creo que no estamos cerca de eso todavía. A pesar de los grandes esfuerzos en The Irishman aún hay algo extraño en el resultado”.
Por supuesto que Miller se refiere a la reciente película de Martin Scorsese coproducida por Netflix, donde se utilizó CGI para presentar a sus personajes en versiones más jóvenes. Sin embargo, tal y como lo señala el propio Miller, no le convence.
Miller aún no ha confirmado ninguna noticia de casting de Furiosa, por supuesto. Del mismo modo, el visionario director mantiene la trama de la película en secreto. Siendo ese el caso, parece que el juego de espera ha comenzado oficialmente. Y al igual que el resto de los amantes de Mad Max, simplemente no podemos esperar para conocer las locuras que Miller nos tiene preparadas.
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